jueves, 11 de julio de 2013

Mi Después de tu Partida

                                                 Mi Después de tu Partida
Un poeta me dijo lo siguiente por lo que escribí:  "Escribir libera el alma, es muy sanador en todo sentido".  Mi  Texto seguramente le servirá a más de alguien para atreverse a escribir también y conseguir lo que yo he logrado en cuatro años desde su partida.

" "  Escribirte las maravillosas experiencias que he tenido después de tu partida ha sido muy sanador en mi proceso, y todo cuanto te hablo; recuerdos de nuestros casi 50 años juntos, emociones,  sueños muy hermosos y agradecer tus manifestaciones; por lo extenso que es, al escribirlo nada ha pasado al olvido, y mágicamente al ir escribiendo y releyendo me permite sentir que me escuchas, que no es una ilusión, que no son palabras al viento. Así sigo sintiendo tu maravillosa compañía  " "
"Todo lo que he aprendido desde el primer día de tu partida;  tu presencia en la pieza de nuestra hija sentida por nuestro nieto para despedirte de ambos, señales, mensajes, más de 500 sueños, en especial uno más que hermoso como lo han sido todos, en el que me señalas que estás bien, me ha sido muy enriquecedor por mi total ignorancia en estos temas habiendo sido lo que me ha mantenido en vida, en actividad total".
                                                R E G A L O S   P O S T U M O S

                                             PARTE  PRIMERA DE MI TEXTO

Este es el primer escrito que hice antes de que aparecieran tus primeras señales después de tu partida mi niña adorada.
JUNIO 2009.-
Con mi más profunda emoción nuevamente llega a mis manos el presente que te hiciera hace 43 años, cuando cumplías apenas 19, durante el periodo de esa tan hermosa e inolvidable relación previa a nuestro matrimonio; esa lencería que calzara justo en tu tan hermosa figura y que usaras con tanto amor y regocijo. Lo tengo muy presente, a pesar de que ha pasado toda una vida.

Como un sublime gesto de amor, gesto que recibo muy emocionado como un regalo póstumo, la guardaste no mucho antes de tu partida en tu bolsito de primera comunión nada menos que junto a tus guantes de novia más otras dos piezas muy íntimas, las que se relacionan estrechamente, y son el recuerdo que tenías por algo que fue muy importante para ti, todo cuidadosamente guardado como un tesoro.
Es extremadamente emocionante constatar que habiendo pasado prácticamente toda una vida tuvieras todavía guardadas esas piezas, las que volverán nuevamente a tu poder cuando nos reencontremos. “Seré yo mismo quién te las lleve cuando sea ese día”. Es algo muy íntimo y lo mantendremos eternamente en nuestro “privado” que yo mismo prepararé oportunamente.
Que hayas mantenido guardadas esas piezas como un símbolo de amor durante 43 años solamente nosotros lo entendemos en toda su magnitud.

Lo veo como un recuerdo que guardas del más profundo e inolvidable amor que nos juntó para siempre; hasta la eternidad.

Al ponerlos en mi rostro siento que todavía tienen olor a ti y en las noches me sumerjo en estas piezas y las acaricio y las beso, lo que me produce sensación de paz e infinito amor pensando que eres tu quién está frente a mi, y gracias a esas caricias que espero lleguen a lo más profundo de tu Alma siento que me acompañas y logro conciliar el sueño en el que te he tenido acompañándome repetidas veces en tan diferentes escenas, incluso algunas veces repitiendo nuestras más íntimas caricias de amor.

Ahora recibe el regalo que tengo para ti, oración que te envío varias veces al día, y lo seguiré haciendo por siempre, desde lo más profundo de mi ser para que llegue hasta lo más profundo de tu Alma:
Que Dios te dé la Bendición eterna
Que bendiga tu pureza y tu grandeza
Tu dulzura y tu ternura
Que Dios bendiga tu hermosura, tu Energía y tu sabiduría
Que bendiga tu cuerpo, tu Espíritu y tu Alma alegre y cariñosa
Eternamente lo sea
Nuestro Dios se recrea al ver en ti tanta belleza
Mi niña preciosa, paciente y generosa
Dueña de mi vida, de mi alma y de mi corazón
Te seguiré amando con pasión
Y que sigamos unidos eternamente
Con la ayuda Del Señor.


                                                                                         ________ 0 ________


En lo que a continuación señalo no hay una sola palabra que distorsione en lo más mínimo lo que he escrito. Son mis vivencias y por su contenido no podría agregar nada que no sea la realidad. Es un homenaje al único y gran amor de mi vida.

Estos sentimientos los comencé a escribir en julio 2009, tres meses después de la partida de mi niña adorada, producto de las primeras señales recibidas después de haberle pedido, con dolor profundo, cómo podría manifestarme, pero que no fuera a través de los sueños porque venía soñando a diario con ella, si su vida continuaba de alguna forma, si escuchaba mis oraciones, mis mensajes y mis agradecimientos por lo que significó para mi y mi familia haberla tenido a mi lado desde su tan temprana edad, una niñita de tan sólo 15 años. Aquí están expresados todos mis sentimientos, emociones y alegrías de este tan difícil proceso. Alegrías, por las impresionantes y hasta ese momento poco convincentes señales recibidas, las que al irse sumando una tras otra sólo debí aceptar como una hermosa realidad, las que siguieron sucediéndose más adelante, lo que se me confirmara también al leer en los libros del Dr. Brian Weiss, textos que Ella también leyó, el resultado de sus investigaciones de muchos años acerca de éstos fenómenos inexplicables, dicho por el mismo, pero existen.
Según sus conclusiones nuestros seres queridos se nos presentan cuando ven que es necesaria su presencia a nuestro lado y se manifiestan, como a mi me ha sucedido también, moviendo cosas, cambiándolas de lugar, conectando o desconectando equipos eléctricos, por telepatía, o presentándose como cuando estaban en estado físico.
Me he dado cuenta que no es común que se reciban tantas señales de un ser querido como lo ha hecho mi niña adorada, y me considero realmente un privilegiado. Esas señales no sucedieron con la partida de mis padres ni de mis hermanos. Es lo más hermoso que me pudo haber sucedido después de su partida y no puedo hacer menos que dar gracias a Dios.
Estoy infinitamente agradecido con nuestro amigo psicólogo y médium, por su cariño, por su valiosísima y desinteresada ayuda y enseñanza, ya que al mostrarle las primeras señales que recibí, aparte de confirmarme que “eso eran realmente”, me dijo “no te sorprendas tanto porque lo más probable es que aparezcan otras señales más y no dudo que así vaya a ser por la conexión que hay entre ustedes ya que se conocieron cuando eran muy jovencitos, y eso no se termina así nomas.” También le estoy muy agradecido porque al ver mis primeras páginas escritas me expresó su impresión al ver, como me dijo, "tan hermosos escritos”, lo que más adelante me ha vuelto a reiterar, diciéndome que siga escribiendo “porque Ella te ha enviado ese don como ayuda para que salgas adelante.” También se alegró por los hermosos y reiterados sueños en los que he sentido su compañía, casi quinientos, los que he escrito en su totalidad, porque a través de ellos me asegura que se manifiesta a veces y así seguiremos comunicándonos también.









Lo que digo a continuación lo escribí “como un epílogo” después que pensé que no habría nada más que agregar, que ya estaba todo dicho, pero como después de eso surgieron otros fenómenos, para mí otras señales inexplicables, y debí seguir escribiendo además las nuevas emociones, creo que ahora calza más bien “como un prólogo".

FEBRERO 2011.- Vamos a completar el segundo año desde tu partida  y creo haberte dado a conocer y plasmado ya en extenso desde mi ignorancia e incredulidad y angustia por saber qué transformación hubo en ti desde ese entonces, hasta que todo concluyera en mi creencia absoluta que, siendo intangible tu Energía, tu Espíritu, has podido entregarnos cariño, protección y compañía, como también con tu Energía mover objetos, cambiarlos de su ubicación, conectar y desconectar elementos eléctricos para dar señales que has estado con nosotros; y no cualquiera ha tenido la suerte de captar mensajes tan sorprendentes. Hay quienes afirman que es la conexión entre nosotros como me lo han señalado varias personas más de alguna vez.

En la  creencia que ya no habrá otro tipo de sorpresas, que ya se ha dado de todo, hasta lo más inimaginable para mí, ahora debo seguir atesorando estos regalos maravillosos que me hiciste llegar. Sólo faltaría que te presentes como cuando estabas en estado físico, pero no eras de lucirte, eras más bien reservadita, así que eso no pasará, ni te esfuerces por hacerlo; no gastes así tu energía. Con todo lo que me has regalado durante todo este periodo desde tu partida, más teniéndote en mi mente con tan hermosos recuerdos desde tus lindos 15 años; teniendo tus lindas imágenes en la pantalla, tu voz en las grabaciones, tus fotos y muchas de tus pertenencias, has seguido acompañándome y llenando mi vida  aunque sea de esas formas. Además que, como regalos extra,  te he tenido presente también en ciertos sueños realmente hermosos e inolvidables, y al despertar me queda una sensación casi indescriptible, que realmente hemos estado compartiendo esos instantes maravillosos.

Cómo me gustaría comprender mejor todo este misterio para mi, pero creo que de aquí en adelante debe ser sólo cuestión de fe, pero apoyándome, indiscutiblemente en tus señales, en tus mensajes, como también en lo que me han ilustrado nuestros hijos. Tú y ellos se interesaron y se interiorizaron desde hace muchos años en esta materia, que la vida no se termina, lo que te ayudó, sin lugar a duda, a continuar con tu proceso que aceptaste como irreversible. Gran ayuda fue también para ti tu inmensa fe y creencia en el Ser Superior, la adoración a la Virgen y a todos tus santitos, especialmente a “la” Teresita de los Andes como le decías.
Nunca dejaré de repetirme, como me lo he imaginado que me dices desde donde estás “¡Viste que así era la cosa, continua la vida, pero en otro plano!”

Escribirte las maravillosas experiencias que he tenido después de tu partida ha sido muy sanador en mi proceso,  y  todo cuanto te hablo;  recuerdos, emociones, sueños muy hermosos, por lo extenso que es,  al escribirlo nada pasa al olvido,  y mágicamente al ir  escribiendo y releyendo me  permite sentir que me  escuchas, que no es una ilusión,  que no son palabras al viento;  y así siento que me estás acompañando.  
Pero a su vez ha sido de gran importancia,  y me ha servido de gran ayuda, intercambiar experiencias y opiniones con familiares, amigos y conocidos habiendo logrado así exteriorizar mis sentimientos  de la forma  que con nuestros hijos no lo he hecho para no saturarlos por mi necesidad de  querer tocar el tema casi a diario, lo que me ha servido de excelente tubo de escape.  Además que compartir mi experiencia le ha servido a tantos que han pasado por lo mismo, perder a un ser  tan querido, y me lo agradecen con la esperanza que también podrán tener estos contactos incuestionables, o bien les ha servido para comprobar que lo que ellos advirtieron  con extrañeza alguna vez deben haber sido sin duda señales de sus seres queridos. 
Cada uno con su proceso; yo te quería tener como la compañera “de toda y para toda mi vida” y no fue así,  en cambio los hijos generalmente se van; permanecer junto a los papás  no es como en el matrimonio, compromiso en el que hay un juramento que dice “hasta que la muerte los separe”, lo que no comparto; me proyecto “mucho más allá contigo” como lo sabes. Los hijos demás sabemos desde niños que  no estaremos eternamente al lado de nuestros padres, estamos preparados para eso, por lo que el dolor y notar la ausencia en ambos casos es distinto. Entonces,


me encantaría que vean con agrado  esta herramienta, esta forma de terapia que tomé por mi propia iniciativa, y, además, importantísimo, haber podido exteriorizarla hacia terceras personas,  lo que sin lugar a duda me  ha ayudado a mantenerme comunicado con mucha gente y no haberme encerrado en mis cuatro paredes como sucede generalmente en estos casos, habiendo podido así expresar de esta forma todos mis sentimientos, angustias, emociones y alegrías,  y apoyado exclusivamente en tus maravillosas señales y en tus sorprendentes mensajes, como cuando me dices a través de una “Canalización”, un término y extraña forma de comunicarse para mi desde El Más Allá,  "Arturo Te Amo”, “No botes tu amor por mi”, “Gana esta batalla Arturo”, “ Yo hago lo que puedo por ayudarte”, y otros muy sublimes mensajes recibidos a través de “Ese Medio”.
Escribí como me lo fue ordenando mi mente, a veces un tanto poético. Nunca más te había escrito desde nuestras cartas de pololeo, pero imposible igualar la forma de escribir en ambas situaciones y "he sabido que eres tu la que ha hecho que surjan estas expresiones, y que son con tanto amor."
Entonces, infinitas gracias por esta tremenda ayuda que me has entregado mi niña adorada; Seguiré Amándote Eternamente.
Que nuestra conexión nunca se termine; así sea”.



“Infinitas gracias por todo el amor que me diste, por confiar plenamente en mi; por entregarme prácticamente toda tu vida. No es para menos, tenías sólo 15 años cuando nos enamoramos profundamente. Nuestro amor como nuestros espíritus nunca morirán”.

“Pero volveremos a juntarnos
Dormiremos juntitos eternamente
De esta forma llegaré a tu lado nuevamente
Seré como tu Chamanto
Nuestros cuerpos volverán a juntarse como uno solo
Mis cenizas cubrirán tu cuerpo por toda la eternidad
Así seguiré protegiéndote en el tiempo infinito
Nuestros espíritus seguirán también unidos eternamente
Nos amaremos eternamente”.

Nunca me imaginé que las estrofas de esta canción que yo conocía desde los años 58 más o menos coincidirían con lo que me ha sucedido y más aún que las fuera a plasmar en un escrito, siendo que jamás había tomado el lápiz para algo así, sólo lo había hecho para escribirte durante tus veraneos cuando pololeábamos.
“Si tu mueres primero yo te prometo, escribiré la historia de nuestro amor”.
“Y si los muertos aman, después de muertos amarnos más”.

Que esperanza más hermosa que dos personas que siempre se amaron, después de la separación volverán a juntarse, aunque sea en un sueño eterno, para no separarse jamás.



A mi queridísima Mimy"
JULIO 2009. -Ahora que mi corazón se agranda de alegría al saber que "has estado con nosotros”, que “has dado respuesta” a mi gran inquietud por saber si escuchas mis mensajes de amor, mis oraciones, he decidido tomar el lápiz y evocar nuestros inicios a casi 50 años de ese mes de marzo de 1963 cuando, por la gracia de Dios, como amigos se me ocurrió poner mi mano en tu hombro mientras caminábamos por tu barrio de vuelta a tu casa.


Se me quedó pegada la mano y no te solté hasta terminar el trayecto, y, al despedirnos, sin decirnos nada, sólo nos miramos con mucha alegría por lo que nos estaba pasando; nos dimos un beso, cortito, y me fui a mi casa “caminando por las nubes”. Fue un flechazo y punto.
Lo curioso es que éramos amigos de tanto tiempo antes. Te prefería entre las demás niñas para bailar sólo contigo porque, aparte de ser la más atrayente físicamente, de ser la más bonita, eras lejos la más fiestera, la más chacotera. Tus atributos físicos te hacían lucir muy hermosa con cualquier vestido que usaras. No eras mezquina porque al bailar como trompo dejabas a la vista todos tus encantos. Lo único malo era que tenías pololo, y era del mismo grupo de amigos, por lo que había que conformarse sólo con tu amistad. Pero así son las cosas; tu pololo que te visitaba sólo de vez en cuando desapareció de escena. Tienes guardada en tu velador la última carta que te envió un mes antes que iniciáramos lo nuestro. Ni siquiera se lo insinuaste y yo me gané ese puesto, pasé a ser tu acompañante, y lo seguiré siendo por toda la eternidad.
Al día siguiente después de llevarte tomada del hombro y despedirnos con ese inocente e inolvidable besito, que fue el comienzo de nuestra tan hermosa y duradera relación estaba loco por volver a verte y partí corriendo desde mi casa, varios kilómetros, no sé como llegué, y cuando nos encontramos no atinamos ni a saludarnos sino que nos miramos felices como que era un sueño. Ahora, más me parece un sueño al recordar lo hermoso cómo comenzó lo nuestro aquel día inolvidable, y todo lo que surgió después como pololos durante 8 años y como matrimonio casi 40 años. Te das cuenta, es toda una vida, y qué hermoso es recordarlo todo. Daría mi vida en este instante si supiera que en la continuación de nuestra existencia se fuera a repetir en igual forma todo lo que nos tocó vivir. No haría ningún cambio de la forma que vivimos nuestra feliz unión. Tal vez sería mucho más hostigoso que lo que fui por mi pasión por tocarte y besarte como lo fue desde siempre y hasta el final. Ya vez que te seguí besando insistentemente "incluso después que te dormiste definitivamente", habiéndote dejado una huella imborrable en tus labios y a la vez en tus mejillas producto de mis lágrimas que se depositaron en tu rostro.

Tú 15 y yo 20 años. Tu casi terminando tu enseñanza secundaria y yo me había quedado pegado sólo con 4° de humanidades.
Después te hiciste profesional y me ayudaste a terminar los estudios, pero antes de eso fuiste el pilar para que pudiera entrar a trabajar a un banco, y si no hubiera sido por esa tan linda relación no habría habido ese trabajo que fue tan importante para mí y mi familia; y después para nosotros para poder casarnos. Te ganaste el cariño de todos los míos; la nuera, cuñada y tía más querida de mi familia. Debes estar diciendo “no es para tanto”; pero es que nos diste tanto. Tanto amor, tanto apoyo a mi familia, y sin pretender jamás mano devuelta. Todos te aman; todos te amamos tanto.

Además tuviste la brillante idea que te instalara el negocio “para tu entretención”, mientras te sacrificabas criando a los hijos. Profesora, mamá y “ferretera”, ¡que tal!
A la postre tu negocio resultó ser el puente para venirme a trabajar a la casa después de haber trabajado 18 años en el banco y tuve la dicha desde ese entonces estar definitivamente a tu lado día y noche, y no “27 horas de amor” como dice la Teletón, sino más bien, y justo “27 años de amor”, todos los días juntos, lo que nos permitió compartir las tareas del trabajo, la casa y los hijos. ¿Te das cuenta? Casi 50 años acompañándonos y me quedé con gusto a poco. ¿Podré algún día aceptar esta separación? Lo veo un imposible. Seguiré necesitando de tu compañía, también, como muy bien lo sé, de tu amor “como me lo dices en un mensaje en una canalización a través del péndulo”, “Arturo Te Amo”, aunque sea desde donde estás. Nadie será como tu. Es imposible que alguien te reemplace. Mi única conformidad será que nos volvamos a encontrar y compartir eternamente ese pequeño espacio exclusivo para nosotros dos. Eso no me lo puede negar nadie.

En este momento es la una de la madrugada y escucho el tema de Adamo “Mis manos en tu cintura”. Yo le pondría más bien “Mi mano en tu hombro”. Así partió lo nuestro.
Escucho ese tema que te gustaba tanto y vieras cómo me emociona, así como casi todos los temas de Adamo que eran tu deleite.


Y no dejas de sorprenderme porque gracias a “tu gesto” de hace unos días, “poner” tu polera verde sobre nuestra cama he aterrizado definitivamente; he tenido un tremendo vuelco en mi mente, y ahora sí que reconozco, sin la más mínima duda, que tu vida generosa continua. Tanto que aprendí de ti, y ahora me demuestras que continua la vida; que existe, para mi misteriosamente, “el más allá”.
El Papa J. Pablo Segundo dijo “El Amor es más fuerte”, y tu lo has demostrado y practicado antes “y ahora”.
No tengo ninguna duda que Dios te ha premiado  por lo grandiosa que fuiste haciendo que tu Espíritu,  tu energía sea muy poderosa y puedas “traspasar fronteras” las veces que quieras.

En mi oración para ti comienzo diciéndote “Que Dios Bendiga  tu pureza y tu grandeza".
Quienes te conocen jamás lo pondrían en duda.

Me sorprendiste también hace uno días cuando se descubrió que, en un gesto de amor tan grande, habías guardado en un hermoso bolsito la lencería que te regalé mucho antes que nos casáramos, tus guantes de novia, más dos elementos muy íntimos. Todo un símbolo de amor.

Esas piezas dicen tanto que quiero llevarlas conmigo cuando volvamos a encontrarnos y continuar manteniéndolas junto a nosotros en nuestro eterno descanso.
Dichoso será para mí ese día, no importando el estado  material en que nos encontremos. Se juntarán también nuestros Espíritus y podremos amarnos muchísimo más intensamente,  ya liberados de las tensiones de la vida física. Será, también, eternamente nuestra vida espiritual.

Infinitas gracias por haber guardado todas nuestras cartas de cuando pololeábamos y nos separábamos por tus veraneos, porque esa es “una novela aparte”, pues son ocho años de pololeo con todo ese ímpetu de la juventud, y que al releerlas me hace trasladarme como un sueño a aquellos años realmente maravillosos. Jamás nos cuestionamos hacia donde nos conducía un pololeo de tantos años. Esas cartas son un hermosísimo testimonio de nuestra tan linda relación y producto de ella están nuestros hijos que para mi son la continuación de tu existencia, formados en tu vientre con tu sacrificio, con tu amor profundo. Fuiste y seguirás siendo como yo te decía con mucho cariño “La Santa Madre”. Con tu apoyo y la ayuda de Dios quiero que reciban desde donde estás la bendición para que, mínimo, tengan la misma suerte que nosotros tuvimos en la vida, pero que nunca les toque compartir tus enfermedades.
No todas las parejas que conocimos tuvieron una relación como la nuestra. Lo vimos en nuestro gran círculo de familiares, amigos y conocidos; malas convivencias y agresiones; muchos fracasos y separaciones.

Muchos familiares y amigos nos lo hicieron ver muchas veces. ¿Recuerdas cuando nos felicitaban porque nos veían siempre juntos y muy unidos? “Teníamos imán en las manos y en el cuerpo”, pues siempre andábamos tomados de ellas o abrazados. Hay grabaciones y fotos que lo atestiguan. Tu hermana nos criticaba cada vez que nos veía abrazados besándonos y decía “ya están los lapas, no se sueltan nunca”, pero no era así, ¿verdad?, “más bien parecíamos ventosas.” Fuimos “adictos” a nosotros mismos. El testimonio está; es el cúmulo de nuestras cartas de pololeo que tenías tan bien atesoradas en tu velador, y después los casi 40 años de matrimonio junto a nuestros hijos. Creo que el destino de esos escritos será llevármelos también, así como tu bolsito con tus prendas, para mantenerlos con nosotros en nuestro eterno descanso. El testimonio está en lo que dicen nuestras cartas y en lo sublime del “mensaje” que me dejaste, atesorando el contenido de tu bolsito, el que mantuviste guardado durante 43 años. Para esto último no se necesitaron palabras, el “mensaje” es clarísimo. Son cosas  tan íntimas de pareja que tienen un significado muy profundo; son un recuerdo muy sublime que no deben terminar como un despojo algún día, y qué mejor que seamos nosotros mismos los custodios de esas prendas.

OCTUBRE 2009.- Nunca te había preguntado, y recién lo hice en febrero de este año, si te molestaban esas bromas y caricias que te hacía cuando te encontraba sola en los lugares que tu sabes y me respondiste “¿estai tonto?, pero siempre que “no te quedís pegado”. No estamos solos."
Tengo patente la cara de malicia que ponías: ahora no me queda más que hacer esos recuerdos y decirte ¡linda, preciosa!
Infinitas gracias por tu paciencia, por lo que te acabo de señalar, lo supiste desde siempre; mi vicio era el contacto físico contigo; nuestro vicio. No eran necesarias las palabras; así me conociste, me aceptaste y lo disfrutaste, y fue nuestro disfrute hasta no mucho antes de tu partida.
Ahora, a través de esas cartas y prendas, a través de tus tejidos y todas tus cosas en las que quedó impregnada tu energía, tu existencia, te envío a diario, también a través de tus fotos e imágenes, muchos besos, caricias y bendiciones, y tengo la absoluta seguridad que son un alimento para ti, así como tus señales y los sueños que casi a diario tengo contigo son también el mejor alimento que yo pueda recibir desde donde estás.
Miro hacia arriba para hablarte, para agradecerte y en seguida bajo la vista pues siento que me estás acompañando; que estás a mi lado.
No quisiera decirte lo que me sucede en este momento, pero tampoco lo puedo ocultar porque “tu lo ves clarísimo”; tendré que secarme las mejillas, pero tómalo como un regalo. Son un mensaje de mucho amor para ti.
¿Sabes? En este momento estoy escuchando “Eres todo para mi”. ¿Tienes en mente cuantas veces habremos bailado ese tema, incluso desde antes que empezáramos a pololear? Me atrevería a decir que lo hicimos cientos y cientos de veces ese y otros temas similares durante casi diez años antes de casarnos. ¿Recuerdas la atracción que sentíamos al estrecharnos con fuerza mientras bailábamos?
No cabe duda que al estrecharnos como lo hacíamos, ya sea al bailar esos temas lentos o como nos decía tu hermana “que parecíamos lapas”, siempre abrazados, nos fuimos impregnando el uno para el otro y eso influyó también en la necesidad de mantener siempre ese contacto físico muy nuestro.
Mi querida “Andreita”, como también a veces te decía, te veo subiendo la escalera hacia el segundo piso con tus manos y brazos colmados de ropa para el planchado “y yo muy listo ayudándote a subir desde atrás” hasta que llegabas arriba. Te dabas vuelta hacia mi y me decías “gracias, hasta aquí nomás”. “No me perdía oportunidad para ayudarte.”
Que afortunado fui al tener la grabadora de videos. Hay tomas preciosas, algunas nunca las había visto en detalle; otras que simplemente no las recordaba. Te ves preciosa posando “p’a la tele” o coqueteándole a la cámara. Hay horas maravillosas de resumen de nuestra vida en casa o viajando y paseando.
Te veo en las imágenes en la pantalla y escucho tu voz hablándome y me vuelve el alma al cuerpo “sentir que sigues viva”. En todo caso son tus señales y mensajes incuestionables las mejores pruebas de eso y para mi no morirás jamás.



30 de NOVIEMBRE 2009.- Ahora que tu energía, que tu espíritu ha sido liberado de tu cuerpo, el cual descansa en paz sin ningún tipo de sufrimiento, ahora esa energía es más poderosa que antes; esa energía que nunca muere, que tiene vida eterna, nos acompaña y nos protege, y siento la dicha que seas el Ángel que me acompaña siempre y no tengo ninguna duda que me acompañarás también al momento de mi partida para que, con la ayuda de Dios, quedemos unidos en cuerpo, alma y espíritu para toda la eternidad.
A diario te vengo pidiendo que cuando sea mi turno me estés acompañando en ese instante, “QUE ME AYUDES A SOLTAR LAS AMARRAS Y ME TOMES DE LAS MANOS NUEVAMENTE” para que crucemos juntos ese umbral que tú ya cruzaste en tan buena compañía.
Entonces, con la certeza que nos volveremos a encontrar hago tuyas las palabras de San Agustín, y escucho tu voz diciéndome estas frases de la misma forma que me nombrabas:
“Arthur, no llores si me amas…
“Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo...
“Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos…
“Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso…
“Si por un instante pudieras contemplar como yo la belleza ante la cual las bellezas palidecen…
“¡Cómo! ¿Si me has amado en el país de las sombras, no te resignas a verme en el país de las inmutables realidades?
" Créeme. Cuando la muerte venga A ROMPER TUS LIGADURAS como ha roto las que a mi me encadenaban;
 "Cuando llegue el día que Dios te ha fijado y conoce, y tu alma venga a este cielo en el que te ha precedido  mí alma…… ese día volverás a verme.
“Sentirás que te amé y te sigo amando…
“Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis feliz…
“Ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo;
"QUE TE LLEVARE DE LAS MANOS por los senderos nuevos de luz y de vida...
“Enjuga tu llanto y no llores si me amas.
Entonces, cumpliré mi más profundo deseo de seguir abrazándote para siempre; nos volveremos a tomar de las manos como te lo vengo pidiendo desde tu partida, y seguiremos amándonos eternamente.
Por ahora, mientras yo viva, serás mi oxígeno. Tu Energía, que la siento en todo momento será lo que me mantendrá en pié para acompañar a nuestros hijos, nieto y quienes me rodean.
Y este es mi consuelo; si disfruté plenamente de tu compañía durante 46 años que te tuve en mis manos, que te tuve en mis brazos, ahora, en esta nueva etapa de mi vida he empezado a disfrutarte teniéndote en mi corazón, en mi mente con recuerdos maravillosos o simplemente recordando nuestro tranquilo pasar, pero, lógicamente, esto no habría sido posible sin tu intervención, sin que te hubieras manifestado como lo he visto, con tus señales, con “tus más que sorprendentes magias”
Con tu presencia a mi lado cómo cambiaste mi destino y el de mi familia, y por qué no decirlo, favorablemente  cambiaste también el destino de los tuyos haciéndoles crecer la familia únicamente con nuestros tres hijos y nieto; brindándoles cobijo bajo nuestro techo  y además brindándoles cobijo a tus padres y abuela donde ahora descansan en paz junto a ti.  En consecuencia,  no dejo de dar gracias a Dios haberte conocido y haber compartido contigo desde los años más hermosos de nuestras vidas.
Te siento de día en cada movimiento que hago y te veo en los sueños y despierto feliz haberte escuchado, haber compartido aunque sea algunos segundos contigo.
Cada noche al acostarme ya estoy disfrutando antes de caer en el sueño porque sé que nuevamente estaremos juntos, como las tantas veces que he soñado contigo. Hay veces que en un segundo sueño que he tenido, uno tras otro, te he contado en detalle lo que en el primero soñé. Doble disfrute ¿no te parece?
No me cabe duda que me ayudas, desde tu partida, a caer rápidamente en un sueño profundo porque cuando te digo que recemos juntos tus oraciones preferidas estoy seguro que continuas rezando por mi porque casi de inmediato caigo en tus brazos profundamente dormido.
No dejaré nunca de decirte mil gracias por tu compañía de antes, mil gracias por la compañía que me brindas también ahora. Eres el regalo más preciado que pude haber recibido en mi vida y te retribuiré entregándote muchas veces, infinitas veces tus oraciones preferidas, principalmente esa dedicada a la Virgen en el mes de María. ¿Recuerdas que cuando en broma te decía ¡“Oh María”! tú continuabas inmediatamente con la primera frase de esa oración, siguiendo la broma? Pues me la aprendí especialmente para hacerte un homenaje; es muy extensa, pero quiero que siempre la recemos juntos, pero ahora será en serio; no te quedarás sólo con la primera frase como lo hacías, y así te sentiré más a mi lado, ¿no te parece?
Estas últimas frases las tuve que escribir con uno de los tres lápices que me regalaste este año. Ahora tu regalo me servirá para seguir escribiendo para ti.
12 de DICIEMBRE 2009.- Ahora te digo “viejita pelá”. Tu me decías “oye viejo pelao” arréglame tal cosa. Bueno, antes de tu partida me pediste que pintara la parrilla para la meza y arreglara el marco roto del reloj mural. Pues en esos difíciles días no lo hice. Era tu salud mi única preocupación, pero no podía ignorar tu pedido y ahora ambas cosas están reparadas.
Mi “viejita pelá”, se acercan las fiestas de fin de año y debo prepararme para que por primera vez las pasemos separados. Pero sólo será una separación física porque espiritualmente estaremos juntos, y gracias a Dios que por la fuerza de tus mensajes, por la grandeza de tu espíritu, de tu amor, sé que estarás con nosotros como te he sentido con más convicción aún desde que recibiera tus señales, tus mensajes tan sorprendentes, y, te repito, debes estar diciéndome ¿Viste que así era la cosa; continua la vida pero de otra forma?
Realmente estoy más que sorprendido con tu presencia entre nosotros. Me parece un sueño, pero gracias a Dios “Así es la Cosa”. Que Dios mantenga en ti ese poder maravilloso para que también recibas mis caricias, mis besos, mis oraciones y mi permanente compañía.
Cómo quisiera expresar todo lo que te digo con mayor sentimiento aún. Me faltan palabras para manifestar mi gratitud por todo lo que me diste en la vida. Para expresar mí intenso amor por ti. Pero me reconforta habértelo manifestado insistentemente todos los días, en cada oportunidad que se me presentaba; en nuestro idioma. Tú ya sabías qué pretendía cuando me acercaba a ti; cuando nos topábamos en el trajín diario, o cuando sentados a la mesa, en familia, a veces cuchareaba disimuladamente con la mano izquierda porque la otra la tenía sobre tus piernas. Tú no tenías que disimular nada porque bajabas libremente tu mano izquierda para estrechar la mía.
¿Recuerdas de nuestras salidas en auto yendo por las autopistas maniobrando sólo con la mano izquierda, o en las detenciones de los semáforos, y con mi mano derecha sobre tus piernas íbamos tomados de las manos?
¿Podremos hacer lo mismo nuevamente en la otra vida?
Me conformo con lo que me dices a través de las palabras de San Agustín: “Sentirás que te sigo amando”, “Te llevaré de las manos por los senderos nuevos de luz y de vida”. Y bueno, será otra vida distinta a la terrenal, pero lo importante como me lo demuestras es que será, y estaremos juntos nuevamente para nunca más separarnos. Así sea mi niña hermosa, así sea.
Pero por muy lindas que sean mis palabras lejos están de representar la profundidad, la intensidad con que llevo estos pensamientos dentro de mí. Fluyen de mi mente, fluyen de mi espíritu, a veces acompañados con más de una lágrima, y qué difícil es contenerlas cuando hay un sentimiento de amor como el nuestro.
Tú también tuviste las más hermosas expresiones de amor como consta en tus cartas y me regocijo enormemente al leerlas y releerlas, y en ellas plasmaste tus sentimientos de amor profundo que nunca sufrió desgaste, es más, fue intensificándose en el tiempo porque a los seis años que llevábamos de pololeo, sí, seis años, dos años antes de casarnos, te expresaste con las palabras y sentimientos más hermosos que cualquier enamorado quisiera recibir de su amada, cuando me escribiste desde Coyhaique el 4 de febrero de 1969, durante ese viaje que hiciste con tu amiga que vivía por allá, tan lejos de donde yo te esperaba, y me dices:
“Estoy en un saloncito tan acogedor especial para que estemos juntitos, cerca de la chimenea, con luces indirectas, y una música tan suavecita que es un sueño. Me senté en un sillón, me eché hacia atrás y cerré los ojos; me parecía que te tenía a mi lado, pero me dio tanta pena cuando salí de mi ensueño y me di cuenta que tú no estabas. ¿Te imaginas cómo me sentí? Tuve que hacer un gran esfuerzo para no llamarte y salir corriendo para unirme a tus brazos. No sé si esta carta la encuentras demasiado efusiva, pero no tengo otra manera de desahogarme sino contándote lo que siento en estos momentos. Ahora mismo, en este momento no sé lo que me pasa, pero me gustaría tanto estar contigo, pero espero que los días pasen rápidamente para poder hacerlo, aunque me lleven a  veranear a El Quisco, pero ya no va a ser tanto la distancia ¿verdad?, y podré verte más seguido. Por ahora sólo tengo que decirte que te adoro más que nunca y espero estar pronto contigo. Recibe un montón de besos y abrazos, por ahora así, y luego nos desquitaremos ¿verdad?... Chao tesoro.”
Así fue esta maravilla, envidiable por millones de parejas como me lo han señalado familiares, amigos y conocidos. No tuvimos límite para decirnos cuanto nos amábamos, pero en el tiempo nos fuimos quedando con otro tipo de expresiones; ya no palabras, salvo que cariñosamente te decía “mi Andreita”, “mi Dulcinea”, “La Santa Madre”, “La Nanita” como te decía tu nieto; pero sí hacer algo tan simple como tomarnos de la mano, pero que dejaba de ser simple porque lo hacíamos con amor, con ternura, con esa necesidad de sentirnos en contacto. Lo hacíamos en todas partes, incluso cuando me metía a la cama, inmediatamente me tomabas de la mano. Hay un video que nuestro hijo sólo a sus 10 años de edad nos grabó por la gracia de Dios, cuando me dijo "papá puedo filmar yo",  y para no estar sólo posando le dije que grabara un beso de película en el que “se siente la ternura” con que nos miramos antes, durante y después del beso. Nos abrazamos, puse mi mano acariciando tu carita mientras nos besábamos, en seguida pusiste tu cabecita sobre mi hombro, y quedó reflejada nuestra felicidad al hacerlo, sin pensar que esa grabación iría a tener tan profundo valor sentimental en el tiempo, y al ver las imágenes no siento la pena que me debería dar sino que “me introduzco en la pantalla” y me da la sensación que de verdad nos estamos besando, y espero que esa sensación la captes como captas todo cuanto hago por ti.
Otra expresión era también con la vista, al seguirte con la mirada cuando te acompañaba a tomar el metro después de dejarte sola caminando hacia el terminal. Te dabas vuelta un par de veces y ahí me veías cuidándote hasta que terminabas el recorrido e ingresabas a la estación.
Ahora yo soy el que te ve y te siente mirándome desde arriba. Se dieron vuelta los papeles;  ahora tu me miras y me cuidas y siento tu presencia. Te miro hacia arriba y te lo agradezco orando para ti, entregándote expresiones de todo el amor que bien sabes siento por ti.
Tendré que acostumbrarme, como los marinos, seguir amándote a la distancia hasta que nos volvamos a encontrar, y desde ese momento nunca más separarnos; así sea.
Una vecina me regaló las siguientes frases escritas por un poeta llamado Amado Nervo, y sus textos me identifican:
- “Para calmar a veces un poco el soberano e invencible anhelo de volverte a mirar, me imagino que viajas por un país lejano de donde es muy difícil, ¡muy difícil! regresar.
Así mi desconsuelo, tan hondo, se divierte, doy largas a mi espera, me distraigo. Y pensando en que tornas, en que ya voy a verte, un día en cualquier parte me cogerá la muerte y me echará en tus brazos, ¡por fin!, ¡por fin!”
- “Bendita seas por que me hiciste amar la muerte que antes temía.
Desde que de mi lado te fuiste, amo la muerte cuando estoy triste, y si estoy alegre más todavía.
En otro tiempo su hoz glacial me dio terrores; hoy,es amiga.
¡Y la presiento tan maternal!...Tu realizaste prodigio tal …¡Dios te bendiga! ¡Dios te bendiga!

23 de FEBRERO 2010.- Mi guagua adorada; guagua por cariño y porque algunos dicen que después de la partida se nace de nuevo, sólo tu sabes cuanto te amo realmente y muy bien sabes que soy un “adicto” a ti, porque aunque en la vida diaria ahora no te puedo tocar; que era mi vicio, no te puedo ver, oler ni escuchar, te recupero cada noche al soñar contigo, y esos segundos son para mi la más pura realidad que quisiera que no terminaran nunca jamás.
3 de MARZO 2010.- Lo que te digo a continuación me sirve para continuar con mi proceso de intentar aceptar tu partida, que me ha sido muy difícil; pero gracias a tus señales y mensajes estoy progresando.
Le pediste a Dios que te diera el descanso y lo conseguiste, y así fue como por tu valentía, por tu coraje y tu acto de amor profundo de entregar tu vida “En Sus Manos” te dio la vida eterna, y sin duda alguna confirmando en ti como yo te decía con mucho cariño que sigas siendo y con más razón ahora “La Santa Madre”, pero con tu Espíritu, con tu Energía mucho más poderosa, capaz de haberte comunicado con nuestros hijos, capaz de habernos dado señales sorprendentes que estás aquí acompañándonos y protegiéndonos. ¿No será que por lo generosa y maravillosa que fuiste tienes realmente algo de santidad? Porque para mí tus señales y tus mensajes son como un milagro, y los milagros, he sabido, sólo vienen de Dios a través de los santos. Un milagro porque producto de tus señales has hecho que después de mi ignorancia e incredulidad ahora tenga la certeza, sin lugar a duda, que la vida continua. Misteriosamente, porque no se ve, pero se percibe; se captan señales como las que me has enviado, y con ellas has entregado las pruebas para saber “que sigues viva”, demostrándome de esta forma que nuestros lazos no se han cortado y que seguirán existiendo por siempre; que volveremos a encontrarnos para no separarnos nunca más.
Por mi escepticismo yo no habría alcanzado jamás esta creencia con las lecturas o bien con la ayuda de profesionales, religiosos ni de nadie. Ahora lo digo con fundamento; creo que de esta forma y a través de ti me llegó esta ayuda Divina que la vida continua, y se me ocurre que Dios nos eligió como pareja para que pasando por nuestra separación, por esta experiencia tan fuerte y dolorosa, tu me enviaras señales incuestionables que la vida continua y las haga saber mediante mi testimonio a quienes no creen que sí exista, y que indiscutiblemente debe haber Un Ser Superior que todo lo domina.
¿Podría pedirte algo más después de todo lo que me diste desde tus lindos 15 años? Pues, después de tu partida jamás pensé que podrías volver a hacerlo, pero me has dado las señales que te pedí y te has manifestado en sueños maravillosos. Sólo faltaría lo que te seguiré pidiendo; el reencuentro.
Y respecto a lo último tengo una esperanza que me hace sentirme dichoso, y es saber que nuestros hijos van a juntar lo que fueron nuestros cuerpos en un solo espacio para así también seguir unidos por toda la eternidad en un sueño eterno.
A diario veo los elementos con los que me has demostrado tu presencia. Los debo manipular todos los días y vuelvo a quedar maravillado diciéndote ¡cómo lo hiciste! Y cuando creo que ya no habrá más señales me has sorprendido nuevamente con “tus magias” cada vez más increíbles. ¡Es realmente sorprendente, y porqué no decirlo misterioso cómo has podido hacer todo esto! ¡Cómo se nota que recuerdas, que ubicas absolutamente todas las cosas que hay en la casa hasta en el último rincón! ¡Cómo has tenido la capacidad para hacerme captar todas tus señales, en distintos lugares y con distintos elementos, y justo con cosas que necesariamente tenía que tomar o ver enseguida, o bien al despertarme encontrarme con algo que al dormirme no estaba conmigo! De lo que sí estoy absolutamente seguro es que no tengo visiones, no soy sonámbulo ni me invento estas “magias”. ¿Entonces captas cada paso que doy, qué deberé manipular enseguida en mis quehaceres para darme estas sorpresas increíbles moviéndolas o cambiándomelas de ubicación, más otras rarezas para mi? Jamás yo habría tenido la capacidad ni la imaginación para crear tan distintas situaciones. De lo que también estoy seguro es que no hay fraude ni imaginación; no hay intervención de nuestros hijos y en todas estas situaciones he estado sólo yo, y donde nadie estuvo antes.
Ruego a Dios que se junten el poder de tu Espíritu con la fuerza que imprimo a mis oraciones y mensajes que te envío para que recibas en lo más profundo de tu Ser todo mi cariño, mi compañía, mi recuerdo de tu persona alegre, mi eterno agradecimiento por todo lo que me diste, por lo maravillosa que fue tu compañía; toda una vida. En síntesis, que recibas en todo momento mi más profundo e inigualable amor que siento por ti.
14 de ABRIL 2010.- A un año de tu partida mi niña querida hago esta reflexión y recuerdo, y es que nuestra unión eterna, nuestro amor eterno quedaron confirmados y sellados con los besos casi interminables, y que con más sentimiento y amor te haya dado alguna vez cuando me despedí de ti el día de tu partida. Dejé una huella imborrable en ti, pues la humedad de mi boca estrechando tus labios y mis lágrimas que corrieron por tu rostro y se depositaron también en tu boca, aunque aparentemente ya nada de eso existe, pues ahí están esos elementos, siguen ahí mismo como silenciosos testigos de mi más profunda tristeza vivida en ese momento y en mi vida. Me propuse dejarte esa huella; entregarte esa humedad que siempre sentimos al besarnos, para que no te fueras sin llevarte una pequeña muestra de mí, y pasarán los siglos y esa marca nunca desaparecerá de donde te la deposité, y para que, aunque sea de esa forma, sientas también mi presencia física en ti mientras dure nuestra separación. Y que mejor que esa huella sea el producto de esos interminables besos, acompañados de mis inevitables lágrimas de ese instante.
Tengo la convicción que en esos quince o veinte minutos que me encerré solo contigo en tres oportunidades sentiste mis labios acariciándote, y no sería para menos, pues eran nuestros últimos besos. Pero ya volveremos a juntarnos, y desde ese instante nos acurrucaremos en un solo espacio para nosotros dos, y para siempre.
Mientras tanto seguiré enviándote en todo momento mis oraciones y mensajes de amor; mis caricias y besos que me dices recibir también con amor (canalización del 1°.4.2010).
A medida que avanza el tiempo te amo mucho más intensamente, y realmente siento que me acompañas en todo momento. Y esto lo sabes muy bien; seguirás siendo mi único y gran amor.
Las últimas señales que recibí de ti, dos noches casi seguidas, me dejas nuevamente más que sorprendido y muy feliz saber que sigues entre nosotros con tu sorprendente Energía, y es lo mismo que me sucedió con tu polera verde aparecida sobre nuestra cama, situación que me costó mucho aceptarla como una realidad.
Mil gracias una vez más por estas señales. Estas reafirman aún más tu presencia entre nosotros lo que me llena de alegría saber que “sigues viva”, que nos sigues entregando cariño y también protección. Y esta vez tus
señales las dejas nada menos que con esas prendas que te regalé mucho antes de casarnos, cuando tenías lindos 19 años, y que guardaste en tu bolsito antes de tu partida como símbolo de nuestro gran amor.
25 de ABRIL 2010.-  Si no hubiese sido por tus señales con tu polera y tu bolsito no tendría la seguridad de tu presencia a mi lado. Aparte de las demás señales que me has dado esta última es la que más me ha maravillado y más me ha emocionado. Nunca me imaginé que tu bolsito con tus prendas iría a aparecer abierto bajo las tapas de nuestra cama, y con mi barbilla aplastando una de ellas. Y como broche de oro, para comprobarme  que fue una realidad y no un sueño, repites la misma señal “o magia” tres días después,  y a la misma hora de amanecida. No fui yo, no soy sonámbulo, ¿qué otra fuerza pudo ser si solamente tu sabes de esas piezas?
Tengo que confesarte que si tu intención fue sorprenderme con algo distinto a las señales anteriores lo conseguiste plenamente, pues lo de ahora fue relacionado con nuestra intimidad. Se lo cuento a nuestros hijos y como a ellos no les sucedió obviamente no lo creerían. Es más, dirían que estaba soñando o que fueron los duendes como me lo dijo una vez nuestro hijo por otra de tus señales.
Entonces para mí tú también eres un duende porque sólo tú sabes de esas piezas y su significado, y tengo que señalarte que con esto último me has dado una carga de felicidad indescriptible. Sólo tengo que agradecerte una vez más, dar gracias a Dios por este privilegio y decirte que tú presencia la siento cada vez con más seguridad entre nosotros.
Si no fuera por toda esta “magia” es fácil darse cuenta cual sería mi estado; ¿cuanto más profunda sería mi pena no haber sabido nada más de ti?
Lo tengo muy claro, “desde donde  me ves, me escuchas y me acompañas” no es desde el hermoso y gracioso  cuerpo que conocí, amé y acaricié desde siempre; estás fuera de él y puedes estar en todas partes.  Eres la esencia de lo que había en ese cuerpo que ahora no sufre, esencia que nunca muere y que tiene vida eterna; es tu Energía, tu Espíritu, tu Alma. Lo que quedó guardado era “tu envase” desde donde desarrollabas todas las facultades y virtudes que mantienes, y tal vez más desarrolladas aún; "envase" que seguiré venerando por siempre porque es parte de tu vida, de tu existencia. Es ahí donde tuviste cabida y es donde yo te conocí y acaricié. El lugar donde uno  vivió nunca se olvida.  
Y siendo este proceso una realidad me hace creer firmemente que la vida continúa como lo que ahora eres y felizmente no dudar de nuestra conexión. No obstante así sea mi creencia ahora, no tranzo lo que es mi ferviente deseo, que mi cuerpo siga aferrado a tu cuerpo, “que nuestros envases no sean desechables” y  que se vuelvan a juntar como en un sueño eterno; lo que queda de tarea para nuestros hijos. Y seguro que nuestras conciencias se darán cuenta que en esos dos cuerpos, fundidos en uno solo, existieron nuestras vidas ahora convertidas en ENERGÍA.
Le conté a nuestros hijos, previo a ellos a tu doctora lo de tus últimas señales con tu bolsito de género con tus prendas y lo que yo pensé que irían a cuestionar y decir que fueron los duendes, pues no fue así y lo aceptaron como otra de tus señales.
Que ellos hayan coincidido y aceptado que te manifestaste de esa forma me ha dado otro alegrón y para mi es otro de “tus milagros”. Eres realmente maravillosa. ¡Qué emoción, mientras yo dormía “estuviste a mi lado” dejándome esos sublimes mensajes!
Debí haberme despertado “para ver como trabajabas” y haberte hablado. A lo mejor en otra visita que me hagas “podremos conversar”. Lo que es en los sueños hemos conversado permanentemente y despierto feliz porque “a través de una canalización me has dicho que a veces me acompañas mientras sueño contigo."
Pues anoche soñé que te vi entrando por tu negocio, que volvías para quedarte y nos acariciamos besándonos y mirándonos fijamente, separados por el mesón  mientras me querías
explicar lo que pasó. Me dijiste que primero atendiera a los clientes que esperaban y te dije que después lo haría, que no me explicaras nada, que lo más importante era que estabas de regreso. Vi tu hermoso rostro frente a frente a mi con carita de felicidad, pero yo creo que mí felicidad era mayor; tu ya venias preparada para el regreso en cambio para mi fue la sorpresa más emocionante e indescriptible de mi vida. Este es uno de los sueños más emotivos y alegres que he tenido. Tuve un solo sueño extraño contigo pero prefiero ignorarlo y decirte que todos han sido relacionados con nuestra rutina. En algunos me has dado sorpresas más que maravillosas. Tú sabes qué es. Son muchos, muchísimos los sueños en los que te he tenido conmigo. Creo que es todo un record.
Pienso que terrible sería para mi si volviera marcha atrás, cuando nada me convencía que existieras como lo que ahora me doy cuenta que eres, con tu maravillosa Energía que escucha, siente y actúa como me lo has demostrado con tus señales incuestionables. Pues ahora tengo la más absoluta certeza que esta maravilla así es y que Dios permita que nuestra conexión, nuestra unión sea eterna.
Creo que si intervinieran mi mente para no sentir todo lo que digo, todo lo que pienso, mi esperanza de volver a acompañarte y quedar eternamente juntos en un mismo espacio, aparte de que se unan nuestras almas, creo que sería borrar de plano este sueño maravilloso de reencontrarnos y seguir amándonos por toda la eternidad.
Este último sueño es totalmente contrario al que tuve la primera noche que me quedé sin ti. Pues en ese caminábamos por la costa desde El Quisco hacia Algarrobo, nos soltamos de la mano, yo atravesé el camino y crucé un puente, y tu te quedaste sola sin avanzar. Yo miraba el mar muy calmo, con un azul profundo, y nos miramos varias veces sin que ninguno atináramos a reencontrarnos. Nuestro hijo me dijo lo veo como la aceptación de la separación y la quietud del mar es paz.
En todo caso son sueños, pero “mí sueño, mí anhelo” es que "mí sueño del reencuentro" no se aparte de lo que es mi ferviente deseo. Pues si en ese donde felizmente volvías después de tu larga ausencia tuvimos esa emoción casi indescriptible, pues volvías para quedarte, es de imaginar cual será la emoción que viviremos cuando realmente se produzca nuestro reencuentro definitivo. Después de haberte perdido por tan largo periodo te recupero, y para toda la eternidad.
Mi niña hermosa, que las lágrimas derramadas por ti, que los sentimientos escritos para ti se esfumen en el aire y se transformen en sublimes mensajes con el más profundo e inigualable amor que siento por ti.
A continuación del sueño de nuestro reencuentro los días siguientes me has regalado dos sueños más con sorpresas maravillosas. Mil gracias una vez más, veo que tienes muy claro qué es lo que más falta me hace de ti; tu amor sin límites, y lo he recibido desde donde tu estás. Es una inmensa alegría recibir esos regalos y nada menos que desde donde nos contemplas, desde donde nos proteges.
No puedo negar que todo lo dicho anteriormente me provoca mucha emoción al extremo de sentir que mis ojos se llenan más que de humedad, pero recuerda, esas lágrimas se esfuman y se transforman en mensajes de mucho amor para ti.
Si no tuviera la certeza que nos vamos a juntar nuevamente y te hubiera perdido para siempre, esas lágrimas serían sólo de tristeza que estarían minándome de a poco. Pero tengo la convicción que nos vamos a reencontrar, no importa cuando, tarde o temprano así será y de ahí para adelante el tiempo será todo nuestro, para nunca más separarnos.



31 de MAYO 2010.-Hoy es tu cumpleaños y te llevé un lindo canastillo con rosas, más las flores que pusieron los niños tu lugar de descanso parece más bien un altar. Mira que curioso, la canción dice “tendrás un altar, un altar divino”. ¿Y qué menos podría ser para ti? Miro los demás jarrones de los lados y los tuyos son los más hermosos.
Yo no me conocía esta beta, poder escribirte frases poéticas y muy hermosas, y también poder engalanar, como lo hago con tu lugar de descanso.
7 de JUNIO 2010.-Sigo agradeciendo tus demostraciones de amor, pues esta mañana me regalaste otro hermoso sueño y todo esto me parece una hermosa novela de amor, pero qué bien que me hace que sólo me parezca una novela y sea nuestra absoluta realidad. Que Dios permita que siempre sigamos comunicándonos así, pues eres irreemplazable.
Te lo digo de corazón; cuando se produzca nuestro reencuentro quiero que nuestros hijos, nieto y quienes nos rodean, familiares y amigos, compartan mi alegría de poder volver a estar a tu lado nuevamente. Será otro momento hermosísimo de nuestra larga relación.
Primero fue comprometernos ante Dios para formar una linda familia; amarnos y protegernos, y en ese momento se concretará nuestra unión eterna; nuestro amor eterno.
13 de JUNIO 2010.-¿Recuerdas haber visto un minusválido pintar y tomar el pincel con su boca y una niña sin brazos escribiendo y tomar el lápiz con los dedos de sus pies? Pues yo teniendo mis manos sanas con las que trabajo para escribir no las uso. ¿Sabes?, me he dado cuenta que uso mi corazón, y la tinta con que escribo no es la sangre que éste bombea, ni mis lágrimas, que el lápiz que uso no es a pasta, es a energía, y es uno de los tres que me regalaste pocos meses antes de tu partida, y esa Energía mi niña Eres Tu.
Últimamente me he inspirado para escribirte teniéndote a mi lado aquí en el negocio, donde nos reencontramos en ese sueño inolvidable, escuchando a Bert Kaempfer los temas que te regalé el 31 de mayo de 1963, primer regalo que te hice de tus cumpleaños desde que empezara nuestra hermosísima relación en marzo de ese año, y usando el equipo que me regalaste para mi último cumpleaños.
Ahora escucho esos temas que bailáramos o sólo escucháramos tantas veces, tan enamorados, y parece que sus suaves melodías vinieran desde donde ahora estás. Pues a través de esos lindos temas melodiosos también se siente tu presencia y por eso mientras los escucho es imposible que no te sienta aquí a mi lado.
14 de JUNIO 2010.- Por tu coraje y tu valentía, por entregarte en Sus Manos, por creer en Él, que Dios te dé la bendición eterna mi niña hermosa. Que el poder de tu Energía te permita por siempre recibir mis oraciones, mis besos, mis caricias, mis pensamientos y mis mensajes con el más dulce ingrediente que siempre hubo entre nosotros; muchísimo amor.



Que ese poder te permita seguir entregándonos tus señales, tu compañía y tus sublimes mensajes como aquel que nos dices a través de una “canalización” en tu primer aniversario: “Quiero que estén felices, ámense, reencuéntrense, crezcan espiritualmente”. Así es mi niña, pero estos logros son y serán siempre tuyos.
Pero aprovecho tu mensaje para hacer que esos mismos términos calcen en lo que yo te digo: Amarnos; sí,  y para siempre, reencontrarnos, para nunca más separarnos. El crecimiento espiritual y la felicidad que tú señalas los he conseguido exclusivamente a través de tus incuestionables señales. Nada más habría podido transformar mi mente y haber logrado el avance espiritual que he tenido, lo que me ha dado una cuota de felicidad al saber que tu vida continua, como me lo has demostrado, y eso me ha hecho atesorar más que mi esperanza será una realidad, que es volver a juntarnos y para siempre.
¿Te cuento?, sigo soñando a diario contigo y sigo anotándolos todos en cuaderno aparte por que son muchísimos y de lo más variados, pero hay algunos muy especiales que te los cuento también aquí, y el de hoy fue que estudiábamos juntos en un colegio nocturno, pero ya adultos, de nuestra edad, y cuando te busqué en la sala no te encontré, y me dijeron que estabas allá al fondo y que no te sentías bien. Llegué a tu lado y te estaban humedeciendo la cara. Me dijiste que estabas cansada y te sentaste a caballito en mi pierna izquierda, frente a frente a mí y luego pusiste tu cabecita en mi hombro. Te acaricié y te dije, entonces nos vamos para la casa y mejor no volvamos más; total tu ya eres profesional, ¿para que más a nuestra edad?, y nos retiramos.
28 de JUNIO 2010.-¿Sabes? Estoy leyendo Paula, de Isabel Allende, novela que tu leíste completa. Pues ya voy en la mitad, cuando su hija ya lleva meses internada grave, llena de instrumentos. Que triste para su madre teniéndola a su lado todos los días y no consigue comunicación ni señal alguna de su hija, en cambio tú que estás ausente físicamente me has dado respuestas sorprendentes. ¿Entonces tiene más poder la Energía ya liberada de tu cuerpo que la de esa niña aferrada a la vida? No me cabe duda que así es, pues ella ocupa su desgastada energía exclusivamente para dar la pelea y seguir viviendo.
En cambio la pelea que tú diste fue mucho más larga; por años llevando la cruz por tu salud, y sin bajar la guardia, sin soltar las riendas como dueña de casa, como mamá, como abuela y como esposa, y que mejor demostración lo que te señalo; ¡cómo sacaste fuerzas para las dos ceremonias del matrimonio de nuestra hija! Mirando las grabaciones quedan muy en claro tus grandes esfuerzos, y dos meses después emprendes el viaje que silenciosamente veías venir.
Hay algo que también me parece sorprendente y es que parece que adivinas mis pensamientos porque de la linterna recargable que me regalaste desapareció su cargador.
Revisé todos los cajones y espacios de nuestros muebles, incluso saqué tus ropas del closet, y nada. Pasaron cuatro meses desde entonces y me di por vencido.
Producto de la profunda revisión que hice de tus cosas encontré guardada una bandejita de metal con forma de hoja y tiene escrita una dedicatoria. Le di una ubicación preferencial sobre la cómoda, al lado del televisor, y más atrás sólo está un parlante de tu radio. De ahí nunca más la moví para tenerla siempre a la vista. Es muy sencilla, chiquita pero muy emotiva.
Pues, en su lugar apareció ayer el cargador perdido y un poco más atrás estaba tu bandejita e inmediatamente le pregunté a nuestra hija si ella lo había encontrado y dejado allí, pero me dijo que ella nunca movió nada de mis cosas. Es más, cuando pasó el plumero en el mueble tampoco vio nada. ¿Te das cuenta, qué me queda por pensar si nadie más toma mis cosas?



En todo caso el cargador es mucho más grande que tu adorno, tiene un largo cable, y más sorprendente aún lo encontré en primer lugar y más atrás estaba tu bandejita que la miro varias veces al día. Incluso la uso para dejar cosas muy pequeñas en ella.
Nuestro hijo  me dijo un día que ando buscando milagros y lo que menos he hecho es eso, pues las señales se han hecho presente donde menos podría habérmelo imaginado; todas han sido una enorme sorpresa como le consta a nuestra hija con algunas de estas.
Los cinco “fenómenos” en las jaulas de los pajaritos son los que definitivamente me hicieron aceptar todas estas y las demás señales como incuestionables porque el cambio de lugar de los potes de agua y de alimentos no tiene ninguna otra explicación, y soy yo el único que se encarga de limpiar las jaulas.
¿Será que en esa zona es donde más se ha marcado tu presencia porque es el lugar que frecuentabas más habitualmente? Incluso bajo ese mismo techo apareció encendida una ampolleta a plena luz del día en segundos que me demoré en volver al lugar, y fue justo la que nunca se usa. Es más, es incómodo alcanzar el interruptor por su mala ubicación.
Todo lo que te señalo puedes considerarlo como el acuse de recibo de “tus correspondencias”. A pesar de que no es necesario hacerlo porque al parecer tu poder te permite captar todos mis movimientos y pensamientos.
¿Sabes? Cuando nos juntemos definitivamente te voy a invitar a competir quién les hace bromas más sorprendentes a nuestros hijos. Con tu experiencia lógico que me ganas. Tendré que ponerme las pilas para competir contigo.
1° de JULIO 2010.-Hoy desperté más temprano que de costumbre y se me vino a la memoria que cuatro años antes que te conociera ya habíamos vivido a menos de 200 metros de distancia; "nos estábamos acercando", cuando tenías como 9 años. Hay una foto tuya de esa edad más o menos que mantengo a la vista: flaquita y sonriente. Chacotera desde niña, cuando le echabas garabatos al almacenero de la esquina para enseguida arrancar, lo que al italiano le encantaba que hicieras.
Dios necesitaba una persona como tú para animar la fiesta allá arriba y para que continuaras con tu profesión de maestra. Claro que ahora son otras las enseñanzas que impartes con tu sabiduría.
A comienzos de 1963, lo supe tiempo después, tu pololo era un amigo de nuestro grupo pero te visitaba sólo de vez en cuando. Recuerdo que tenía otras amistades y era muy bueno para los bailables por lo que le dedicaba más tiempo a las fiestas. Deben haber pololeado un par de meses cuando mucho así es que se vieron muy poco. Ni siquiera recuerdo haberlos visto juntos. No nos importó “el compromiso” que tenías con él, y como un ave de rapiña, pero con ternura, te tomé del hombro en el mes de marzo de ese año, cuando aún no cumplías los 16 años, para no soltarte nunca más.
Tú colaboraste en forma “angelical” (He sabido que eres un Ángel; que eres mi Ángel), sentiste que te tomé con cariño y seguridad, que no te iba a dejar caer como lo hacen esas aves sino que te iba a acompañar y a proteger, y así fue hasta que te volaste del nido que tenía para ti, pero me imagino que lo hiciste para cumplir otras tareas que Dios te encomendó por tu sabiduría, por tu grandeza y por tu hermosura en el más amplio sentido de la palabra. Desde que tengo la convicción de que te encuentras en ese lugar privilegiado me he convencido que Dios envió un ángel a la tierra para que encarnara, para que pasara por todas las etapas de la vida, y una vez que se graduó, lo hizo devolverse a su lugar de origen para que toda esa sabiduría que adquirió la compartiera con quienes no se desarrollaron tan íntegramente, y la elegida fuiste tu mi niña hermosa.



Así y todo, por lo temprano que te hizo devolver a Su Hogar, le agradezco infinitamente los casi 50 años que te permitió acompañarme, pero le pido la revancha, para que al volver a juntarnos sea yo el absoluto ganador y nos permita multiplicar esos casi 50 años infinitas veces, que sea por toda la eternidad.
Desde que iniciamos nuestra hermosísima relación nos protegimos mutuamente y entre otras formas lo hiciste desde antes que pololeáramos protegiendo mi cuerpo con tus lindos tejidos de lana, los que conservo como un tesoro. Ahora soy yo quien los ha reparado para seguir manteniéndolos. ¿Te imaginaste alguna vez que tomaría la aguja para hacer lo que tú hacías? También he reparado pequeños detalles de tu hermoso y amplio mantel que tejiste a croché, el que se mantiene como siempre lo luciste sobre la mesa del comedor. Muchas veces al verlo he recordado que cuando niño cantaba, “Mantelito blanco, hecho por mi madre”, pero al cantar me daba mucha pena, sin siquiera pensar que algún día adoraría ese mantel que dice la canción, pero  ahora el verdadero; el que hiciste con tus manitos. Esas piezas son un tesoro que seguirán en nuestro poder por siempre. Es más, me encantaría que uno de tus maravillosos tejidos protejan nuestros cuerpos eternamente, como lo vienen haciendo esos gruesos tejidos que están a los pies de nuestra cama con los que nos abrigamos nuestras “patitas” por tantísimos años junto con tu poncho rojo que usaste por cualquier cantidad de años con el que te veo en un sueño en el que me desesperé porque durante un largo rato no te podía encontrar, y apareciste sonriente muy del brazo con unas niñas de tu edad. Ver ese poncho y es verte con él puesto cubriendo tu cuerpo. Era como “tu manto sagrado”. ¿Recuerdas el video en el que lo usan nuestros hijos siendo niñitos bailando y simulando tocar música andina?
En el mensaje que te envié hace más de un año te hago ver que yo también haré como tú hacías, pero “protegeré tu cuerpo con mis cenizas y por toda la eternidad”. “Seré como tu Chamanto,” pero no hecho de lana como los tuyos, sino que será un  manto  sin puntadas, y hecho con muchísimo amor para cubrir tu pecho completamente. Así, “Seguiré protegiéndote en el tiempo infinito”.
¿Será que nuestro destino estaba tan marcado que nuestra relación tenía que ser después del pololeo tan sin gracia que tuviste con ese amigo nuestro, siendo que perfectamente pudo haber sido mucho antes, desde que bailábamos haciendo pareja los dos en casa de tu abuelita, y pudiste apreciar así quién podría ser tu mejor compañía?   Sirvió para que conociéramos a alguien más antes que partiera nuestro “milagro de amor”.
Retrocedo en el tiempo y esto parecería una novela de cientos y cientos de páginas si quisiera escribir el máximo de recuerdos de nuestro casi medio siglo juntos. Una película sería un pequeñísimo esbozo de lo que vivimos durante todo ese tiempo, y recordar esos ocho años de pololeo lógicamente que es una novela aparte; nuestras cartas tan bien atesoradas y guardadas por ti lo confirman. Estábamos todos los días juntos sin preocuparnos que el tiempo pasara, nada nos apuraba. Después de horas compartiendo era despedirnos cada noche, muy tarde, para volver a juntarnos al día siguiente sin importarnos qué nos depararía cada día; era lo de menos, lo más seguro era que el día siguiente sería todo igual, pero qué importaba si lo que deseábamos era estar juntos; no podíamos dejar de vernos ni de tocarnos, y siempre estábamos tomados de la mano como seguimos haciéndolo siempre, y se puede apreciar muy bien en las grabaciones en las que salimos juntos; y las últimas fueron las ceremonias de boda de nuestra hija casi cuarenta días antes de tu partida. Por eso es que mi deseo es que volvamos a juntarnos físicamente en un solo espacio; “seguir tocándonos eternamente”.
Ahora miro los pajaritos que me dejaste y los que son de vivir en pareja me hace recordar cómo fue nuestro pasar. Son como fuimos nosotros, nada tan extraordinario les depara cada día pero no pueden vivir uno sin el otro. Tu misma te preocupaste de traerle pareja al que enviudó; pero no hagas eso conmigo porque no me consideraré así mientras sienta tu tierna y amorosa compañía, y mientras me sigas regalando esos sueños en los que felizmente hemos compartido de todo. Estos sueños los siento como la continuación de nuestras vidas porque hemos compartido tantas cosas que eran tan nuestras y otras situaciones y lugares jamás vistos que al despertar te doy las gracias por haberme acompañado esos minutos o segundos tan maravillosos en los que te he visto, te he
escuchado y te he acariciado.
¿Recuerdas que más de una vez te dije que tengo tantas cosas que escribir de mi vida, desde niño allá en el sur, después en Santiago viviendo como gitanos como en 10 domicilios y en cada uno distintas vivencias, hasta los 15 años de edad cuando viví cerca de tu casa, y que gracias a haber vivido allí tuve la gran suerte de mi vida haberte conocido tiempo después?
A lo mejor este es el comienzo para escribirlas, pero empecé por la cola, escribiendo lo que me sucede después de tu partida y que ha marcado en mi vida un antes y un después.
¿Habrá tantas parejas “en igual situación que nosotros” que tengan similar comunicación? Son tantas las personas en situación como la nuestra con las que he conversado u otras que no han pasado por esto pero todos me han dicho que nuestra comunicación es maravillosa, y te doy las infinitas gracias por seguir acompañándome, aunque tengas que compartir el tiempo de tus “nuevos quehaceres” para seguir a mi lado.
9 de Julio de 2010.- Y este es el sueño de hoy mi guagua (tú me decías baby cuando éramos pololos). Yo estaba en una agencia de viajes y el vendedor me dijo “a usted lo acompaña un joven que conoce todos los lugares y además conoce las mejores mujeres con las que van a compartir”. En eso me doy cuenta que estás a mi lado, y te pones las manos en la cara, pues estás llorando. Te tomé de las dos manos y te dije ¡“si no voy a ir a ninguna parte”!, y nos retiramos del lugar.
Desperté inmediatamente y te envié el mismo mensaje. Y en realidad si siento que me acompañas siempre no veo porqué tenga que recurrir a lo que surgió en el sueño, aunque muchos me han dicho que lo haga pero no está en mis planes para nada.
17 de JULIO 2010.- Sigo con tema para escribirte, y es que cuando busqué afanosamente el cargador de la linterna y encontré tu bandejita metálica que puse sobre la cómoda, también encontré una imagen de la Virgen, más chiquita que una foto tamaño carné y la ubiqué al lado de tu foto que tengo en mi billetera. Ambas están muy bien protegidas, cubiertas por un plástico grueso, por lo que se hace muy difícil retirarlas o que se muevan de ahí. Hay que sacar la protección para hacerlo.
Cuando comencé el retorno después de ir a dejar a nuestra hija donde una amiga te pedí que me acompañaras como lo hacías en esas oportunidades, pero me detuvo un semáforo y mientras esperaba el cambio de luz para poder seguir la marcha me llamó la atención que había algo muy pequeño en el piso del auto, aunque el lugar era muy oscuro. No debí tomarlo porque lo más seguro es que era una basura y tampoco nunca recojo nada hasta hacer un aseo de vez en cuando. Pero lo recogí y gran sorpresa, era la imagen de la Virgen. Inmediatamente pensé que sería otra similar ¿Cómo se habría salido de ahí si la billetera la tenía en el bolsillo trasero del pantalón y además tengo que retirar el plástico que protege las fotos para poderla sacar? Saqué mis documentos del bolsillo para asegurarme de lo que estaba viendo y tremenda sorpresa porque la imagen realmente no estaba en su lugar y lógicamente asocié el hecho a tus “magias”. Te hablé dándote las gracias por tu respuesta pero me parecía realmente un sueño y el regreso lo hice reiterándote mi agradecimiento y rezando para ti, y con la plena seguridad que captabas todo cuanto te hablaba en ese momento.
¿De qué otra forma pudo salir de ahí la imagen si no es porque tú hayas intervenido para que me diera cuenta que me estabas acompañando como te lo pedí? ¡Con qué agilidad captas mis pensamientos! Me parece realmente increíble pero la verdad es una sola; es lo que vi y no estaba soñando, pues andaba manejando.
Le conté a nuestro amigo psicólogo lo sucedido y me dijo “Tu le pediste que te acompañara; ella bajó, te dio una “orden telepática” para que miraras el piso del auto porque te tenía esa sorpresa, y de esa forma te demostró su presencia a tu lado.”
Esto es más que sorprendente y te agradezco una vez más todas tus demostraciones, pues tu presencia a mi lado, aunque sea de esa forma, es una de las maravillas que me permite seguir en pié, y con la certeza que tarde o temprano nos volveremos a reencontrar.
Antes de tu partida, tu sabes, nunca vi tantas manifestaciones de algún ser querido que nos dejó, y que ya suman varios, salvo que crujió el techo del lavadero cuando partió mi madre, y posteriormente tu papá "que se durmió definitivamente" en la casa de la playa y se quedó pegado en la casa durante muchísimo tiempo dando señales y metiendo los ruidos de su caminar. Entonces nadie más que tu, tu energía, tu espíritu, me puede regalar este tipo de sorpresas, para muchos increíbles, que a medida que se suceden me sigues dando más cuotas de felicidad al saber que me sigues acompañando, y demás sabes en qué forma yo te lo retribuyo. Jamás dejaré de amarte, y ahora soy yo quién te dice lo que me señalaste en tu carta desde Coyhaique; yo también “te adoro más que nunca”, y con más razón que la que tuviste en esa ocasión, pues en esa oportunidad estábamos a menos de un mes que nos reencontráramos.
Hay una oración que dice “Con Dios me acuesto, con Dios me levanto” y yo le he agregado “También contigo me acuesto y contigo me levanto mi Angel”.
¿Ángel?  Nuestra hija mayor me dijo un día que eso eras cuando hablábamos de tus virtudes; por tu generosidad, por tu paciencia, por tu grandeza, por tu ternura y tantas virtudes más.
¿Maestra? Ya lo he manifestado al tener la seguridad que Dios te hizo llegar a su lado para que sigas impartiendo tu sabiduría como maestra, pero con otro tipo de alumnos Allá Arriba.
¿La Santa Madre? Al día siguiente de tu partida nuestra hija menor me dijo “¿Te das cuenta que no porque sí nomas le decías La Santa Madre? Claro que sí; pienso que se te ha asignado un lugar donde llegan quienes pueden estar en un proceso especial por tus calificaciones.
¿Ángel, Maestra, Santa Madre: qué eres al fin?
Para mi eres todo, y seguramente algo más trascendental que no calza en mi mente, pero que es DIVINO.
He leído que al continuar nuestra existencia en la vida espiritual volveremos a juntarnos con todos nuestros seres amados, que las familias se vuelven a reunir, y se me ocurre que tal vez hasta volveremos a encontrarnos con nuestras mascotas. No se me ocurre, eso sí, como podría seguir siendo mi relación con el Benito. Qué bueno que nunca más andaré paseándolo con su arnés y su correa y podrá andar libremente acompañándonos, porque mi deseo es dedicar todo el tiempo del mundo  para estar contigo .

18 de AGOSTO 2010.- Sigo enormemente agradecido por los sueños que me sigues regalando. Los tengo todos anotados en dos cuadernos; y es que son muchísimos y me basta leer sólo el comienzo de cada uno para saber qué trama es la que sigue a continuación. Hay algunos que parecen ser toda una realidad; retengo los colores de tus ropas, capto extraordinariamente tu timbre de voz; tus miradas tiernas cuando se trata de situaciones especiales. Quisiera que algunos se repitieran cada noche, como el último de esos en el que estuvimos acariciándonos tiernamente hace unos días.
Ese tipo de sueños los tengo anotados en el cuaderno más privado, y cómo quisiera que se repitieran lo más seguido posible, pero eso no lo puedo manejar a mi voluntad, pero si está en tus manos que se produzcan ya sabes la cantidad de bendiciones que te envío cuando suceden.
¿Será que como nunca tuvimos la privacidad deseada para acariciarnos eso le puso más picardía y misterio a nuestra intimidad, y eso todavía se refleja en los sueños que te he señalado? Pues así fue nomas, pero eso le dio un toque de más emoción y complicidad a nuestra relación de pareja, lo que fue también muy reconfortante.
24 de AGOSTO de 2010.- Hoy tuve otro sueño contigo, pero fueron sólo “piquitos”. Piquitos de despedida como muchas veces lo hicimos cuando salías, y fue muy hermoso ver tu carita de picardía mientras yo insistía acosándote con uno y otro y otro beso. Faltó que me dijeras ¡“ya está bueno”! por lo insistente que fui, pero eso no sucedió y te vi salir con el mismo gesto que te señalo.
Seguiré disfrutando de tu presencia a mi lado, aunque estés ausente físicamente. Siento que me escuchas y me acompañas en todo momento; pues ya no son palabras al viento como cuando creí que te había perdido para siempre durante los primeros meses desde tu partida.
Seguiremos juntos eternamente; amándonos eternamente.
¿Recuerdas la canción de Ray Charles “No puedo dejar de Amarte"? Tú que me tuviste a tu lado desde niñita bien sabes que es imposible.
Y este es otro tema que me llega “Yo sé que estoy ligado a ti más fuerte que la hiedra, porque tus ojos de mis sueños no pueden separarse jamás”.
Nunca, salvo en las cartas de pololeo, se me pasó por la mente decirte todas estas frases hermosas, porque no éramos de palabras, éramos de piel, tocarnos y acariciarnos; tomarnos de la mano siempre. Ahora que no te puedo tocar te lo digo todo, pero sigo tocando y acariciando tus cosas, tus fotos y todo lo que tenga relación contigo, pues todo está impregnado de ti, de tu Energía.
Seguiré buscando comunicarme contigo hasta que Dios diga y rezando mucho para ti, porque cuando llegue a tu lado, ¡gran misterio¡ Esto no me lo puede afirmar nadie absolutamente; sólo habría que haber estado Allá, no a mitad de camino, y haberse devuelto para contarlo. ¿Cómo seguiremos comunicándonos? Solamente tengo que fantasear, que nuestras energías, nuestros espíritus van a estar siempre juntos, a lo mejor como una pareja de medusas, transparentes, que con su electricidad, su luminosidad "y su química" se puedan comunicar, se puedan atraer, se puedan seguir amando. ¿Medusas aéreas? Claro, es una fantasía mía, pero me encantaría que algo así sucediera porque nos podríamos seguir tocando; seguir acariciando. Dios dirá.                         ...................... Más de alguien me ha dicho que somos Almas Gemelas...................................
1 de SEPTIEMBREde 2010.- No dejo de soñar contigo, y si me dices que a veces me acompañas en los sueños, entonces estás conmigo casi todas las noches.
Antes de dormirme pienso ¿qué sorpresa me darás ahora?
Algunos sueños son inimaginables, pero todos en armonía; a veces paseando, en el negocio, aquí en la casa o en lugares que jamás conocimos. Algunos son cortitos, me imagino que de segundos, pero hay otros con muchísimo argumento, y a veces hay de los tu sabes. En esos, demás está decirlo, no tengo que hacer ningún esfuerzo por retenerlos en mi mente para que no se me olviden. ¿Y de que otra forma puede ser, siendo que fue un detalle más que importante en nuestra unión de pareja?
Un día tuve seis sueños contigo, uno tras otro. Incluso hay uno divertido, cuando me pones una “perita con agua y jabón en el traste” por estar un tanto estítico, y me dijiste “relájate porque de lo contrario no va a entrar nunca”, “y yo seguía apretando.”
¡Ves que también hay situaciones que alguna vez sucedieron! Ya no son las famosas pruebas o exámenes del colegio en las que no sabía nada. ¡"No pienso perder mi tiempo soñando cosas que no me interesan". ¡Tu eres lo único que me interesa para tener en mis sueños!



En estos días me he recordado mucho cuando nuestra hija me dijo “la mamá te envía estos mensajes” (a través de una canalización)  "Arturo Te Amo”; “No botes tu amor por mi”. Fue muy emocionante y muy impactante ver cómo se comunicaba contigo de esa forma. Me dije, esto es como comunicarse con celular, sólo que no se escucha tu voz pero se recibe el mensaje “como cuando se hablaba por morse”. (creo que así se escribe).
Ahora yo te digo “Te Amo” a cada instante ya que no puedo hacerlo en nuestro idioma como era mirarte, acariciarte, hacerte bromas muy nuestras a las que respondías con una mirada pícara o un sonido cortito diciéndome ¿mm?, o bien diciéndome ¿“decías”? Pero gracias a Dios lo he podido hacer en los sueños, porque como me dijo nuestro amigo psicólogo “son sueños vívidos”.  O como me dijo mi amiga médium  que algunos son sueños astrales. "Contactos reales".
¿Qué te parece que cuando cumplamos los 50 años juntos, el 3 de marzo del 2013, en forma simbólica confirmemos nuestro amor eterno, nuestra unión eterna, y casarnos nuevamente, como lo hicieron tus padres celebrando sus bodas de oro? Te propongo que si no es conmigo aquí en la tierra donde todavía esté lo podamos hacer donde sea que ya estemos juntos, y en cualquier lugar y forma que nos encontremos ponemos de testigos a Dios, a la Virgen, a “la” Sta. Teresita y a todos tus santitos a quienes tanto amabas, en quienes depositaste toda tu fe para que te dieran fuerzas y te ayudaran en esta vida y en la que ahora estás. ¿Buena idea?
Tuvimos la dicha de que nuestros hijos y familia nos dieran la tremenda sorpresa celebrándonos los 25 años de matrimonio. Ahora lo hacemos solitos, “p’a callao”, sin que nadie más se entere en ese instante que “nuestros Divinos testigos”.
9 de SEPTIEMBRE 2010.-En este sueño mostraste tu Divinidad, pues te vi volando a muy poca altura, en círculo, como llevada por un suave remolino de viento, con una túnica blanca, mangas largas y anchas y con tus brazos extendidos hacia delante. Te pregunté ¿cómo lo haces? Y me dijiste “así pues”, y seguiste flotando.
Realmente hermoso. Me pregunto ¿alguien habrá tenido un sueño similar a este alguna vez?
Me siento privilegiado al tener ciertos sueños tan maravillosos.
Creo que en este me diste la respuesta de cuando te pregunté ¿Qué eres al fin, un Ángel, la Maestra que enseñó a los niños (y a los grandes como a mi también) o sigues siendo “La Santa Madre” como yo te decía? ¿Podrías ser un Ángel que nos ama y nos protege como lo dices en una canalización?
Entonces seguiré diciéndote; Ángel de mi guarda, mi niña querida, no me desampares de noche ni de día, ni en la hora de mi muerte, Amén.
Esto es más que maravilloso, porque cuando creo que ya no enviarás más señales sigues dándome sorpresas increíbles. Tu bien sabes que nadie, ni siquiera tu misma cuando estabas a mi lado me habría podido convencer que la vida continuaba como lo que ahora eres; además sabes que no calzaba en mi mente estrecha. Sólo tenía que ser con hechos concretos, reales, como lo que tú has hecho "con tus magias maravillosas". Millones de veces habría preferido seguir así, no creyendo nada, pero tenerte a mi lado, pero ¿qué se puede hacer si al destino no se le puede torcer la mano?
Admito que al comienzo de tus señales me surgieron serias dudas, a pesar de la seguridad que tuve de lo que me sucedió, pero no obstante eso estuve siempre cuestionándolo todo, ¿cómo podría ser que “Algo” inmaterial pudiera mover o trasladar cosas de un lugar a otro? Pero los repetidos hechos me fueron torciendo la mano, e imaginándome que me dijeras; “¿Quieres otro ejemplo? Esto es capaz de hacer lo inmaterial”, y volviste a darme sorpresas que me dejaron más que maravillado. Escucho tu timbre de voz dándome un sermón por esto.



Lo sucedido en las cuatro jaulas de los pajaritos me hizo aceptar, en forma absoluta, que era una realidad y no debía cuestionar más estos hechos, pues soy el único que hace ese trabajo desde que tu partiste, y absolutamente ninguno de nuestros hijos se prestaría para hacerme bromas de ese tipo, mucho menos con algo tan serio. Además que no son de hacer bromas.
El cambio de lugar de la fuente de agua del zorzal que recién había dejado sobre la meza, y encontrarla debajo de ésta fue en un abrir y cerrar de ojos, realmente increíble, como por arte de magia; pero sin truco. Fue trasladada al suelo en segundos y en el mantel donde la deposité quedó marcada la huella mojada con la forma de la bandejita, y al recogerla no había perdido ni una sola gota de agua. Si la fuente se me hubiese caído al suelo, aparte del ruido que hubiese dado al caer, demás está decir que habría quedado vacía, y me habría saltado el agua a los pies, pero la recogí con toda el agua que le había depositado. En el suelo también quedó la marca de la fuente, pero no como lo mojado que estaba el mantel de la meza, pues ahí dejó casi toda el agua que tenía en la base por fuera. Le pregunté a nuestra hija en ese mismo instante ¿cómo es esto?, admitiendo ambos que era un fenómeno incuestionable. ¿Es como la cola de las lagartijas que se sigue moviendo sola cuando se le corta? Y me dijo, no es así. La cola se sigue moviendo por reflejos, y sólo por un rato, en cambio esta es la Energía de mi mamá. “Eso” es ella ahora, es ella misma, sólo que no está en su cuerpo donde estaba antes cuando ese cuerpo tenía vida, pero sigue siendo mi mamá, sigue viviendo como Energía.
No puedo dejar de repetir lo que dije tiempo atrás; si no fuera por tus respuestas, por tus señales, de las que ahora no tengo ninguna duda, si no fuera por tus “magias” con las que me has demostrado “tu existencia”, creo que estaría derrotado. Que tu vida  continúe de esa forma, como Energía, dando a conocer con los hechos que mantienes a plenitud tus facultades, tu inteligencia, tu capacidad de seguir comunicándote con nosotros mediante esas señales me has dado la fuerza para seguir en pie y en la seguridad que todos seremos “lo mismo” algún día, por lo que podríamos seguir en contacto, manteniendo nuestra conexión eternamente.
Ha pasado tanto tiempo desde tu partida y sigo luchando para aceptar lo que nos pasó, habiendo quedado truncos nuestros planes de cambiar algún día, muy lejano, nuestra rutina por algo distinto una vez que no fuera necesaria nuestra presencia en la casa. Por ejemplo más de alguna vez soñamos con irnos a vivir a la playa. Digo soñamos porque pensábamos a muy largo plazo. Siempre le dimos prioridad acompañarnos en grupo, en familión, por lo que creo que a la larga habría quedado solamente como un sueño, al menos mientras existieran “las viejas chicas,” mis hermanas que debo cuidarlas. También es muy cierto que qué difícil habría sido partir los dos solos; habríamos sentido vacía la casa como nos pasó el último veraneo que hicimos tres meses antes de tu partida. Era aceptable sólo por un corto periodo. Nos faltaba el resto de nuestro grupo.
Así y todo, más de alguna vez surgió la idea pero nada más que como un sueño irrealizable de instalarse con el negocio por allá para seguir teniendo esta entretención. Pero en fin, ya no fue el realizar esos planes, pero con tu inteligencia, así como tuviste el acierto que te instalara el negocio, que nos permitió el sustento por años, me tendrás otros planes, ya no para el sustento ni hacer cosas tan rutinarias. Ahora tendremos todo el tiempo del mundo para verlo todo desde arriba, seguir viendo y cuidando a nuestros hijos y nieto; ver lo grandioso del universo, así como por Internet, pero sin estar sentados frente a una pantalla. Seremos libres para mirar sin límites hacia todas las latitudes, y si allá no existen las inventamos como sea; seremos libres sin límites en el tiempo para seguir acompañándonos, para seguir amándonos eternamente.



¡Ves que haciendo nuevos planes “para el futuro” me permite distraer la mente, y así te tengo presente mientras hecho a correr la imaginación, ya no pensando que no estás aquí a mi lado, porque para hacer todo lo que te he dicho y te digo en todo momento lo hago sintiéndote junto a mi, como me lo has demostrado tantas veces!
Tengo muy en mente cuando me dices a través de una canalización “Yo hago lo que puedo por ayudarte, ayúdate tú también, gana esta batalla Arturo.”
Bueno, en eso estoy, pero sin tu ayuda, sin tus señales nada de lo que he avanzado hasta ahora habría sido posible. Ya te lo he dicho antes, ningún religioso ni ningún profesional me habría podido hacer avanzar como tú lo has logrado hasta ahora.
Con tus increíbles demostraciones doy gracias a Dios que “Sigues Viva” mi niña hermosa, claro, en otro plano, distinto a la vida terrenal, pero “Estás”, y tus demostraciones nos han permitido que sintamos tu presencia, tu compañía y tu divina protección.
29 de SEPT. 2010.- Retrocedo en el tiempo y es para recordar que lo más importante de nuestras vidas lo hicimos juntos desde tus lindos 15 años. Todo comenzó cuando ni siquiera habíamos madurado. No tuvimos preparación para enfrentar la vida, tampoco nos proyectamos cómo la enfrentaríamos, y sólo con ese amor y un cariño inimaginable todo nos resultó como millones de parejas lo hubiesen deseado. En un comienzo tuvimos un solo tropezón, y muy serio, totalmente ajeno a nuestra relación, que fue tu operación al corazón.
No puedo imaginar que después de todo lo hermoso que fue lo nuestro, a tu partida decir “borrón y cuenta nueva” como más de alguien me lo ha dicho. Entonces me resulta imposible cortar nuestro vínculo.
No se nos pasó por la mente alguna vez “separar las aguas” y decir esto es tuyo, esto es mío, aunque teníamos separación de bienes, hecha sólo por cumplir legalmente la instalación de tu negocio.
Me encanta recordar la unión que nos caracterizó desde un comienzo como lo comentaran tantas veces familiares y amigos. También me encanta recordar nuestras complicidades, de las que jamás me imaginé dejarías una muestra tan sublime antes de partir; la lencería que te regalé dos años antes de casarnos, la que mantengo como un tesoro en la cómoda donde la guardaste.
Jamás habríamos dormido en camas separadas, como cuando casi tuvimos que hacerlo en el hotel en que dormimos en Puerto Chacabuco porque había sólo dos literas en la pieza, y nos acostamos en una sola, apretaditos, y cada uno sobre su larguero, y lógico “de cucharita”.
Más de alguna vez lo recordamos frente a nuestros hijos como una anécdota.
¿Entonces, podremos separarnos definitivamente después de la muerte?
No mi niña, volveremos a juntarnos nuevamente y será en un espacio muchísimo más pequeño que la litera del Hotel de Puerto Chacabuco, pero con el cariño y el amor que nos mantuvo siempre unidos compartiremos ese pequeño espacio, y para siempre.
Tengo que dar gracias a Dios que nos haya permitido seguir adelante después de tu operación al corazón, además de otras complicaciones de salud los años siguientes.
Nos regaló 35 años más juntos en los que tuvimos la fortuna de criar bien a nuestros hijos.
¿Qué hubiera sido de todos nosotros sin tu presencia desde ese entonces? Digo de todos nosotros, incluyo a mi mamá y a mis hermanas a quienes apoyaste siempre y me ayudaste económicamente a darles el sustento desde que nos casamos. Jamás tomaste tu sueldo de profesora para ti; es más, tu costumbre era que lo depositara en nuestra cuenta corriente mutua, tal como solicitaste que te depositaran también en esa cuenta tu jubilación.  Si querías comprar algo especial me preguntabas si se podía hacer.
Qué habría sido de nuestros hijos tal vez con una mamá postiza. Mejor ni imaginármelo; todo habría sido absolutamente distinto. Ni siquiera habríamos tenido un nieto porque la hija que nos lo dio nació dos años después de tu operación.
Volviendo a nuestros comienzos, fuiste el pilar de todo lo que hicimos desde antes de casarnos con el trabajo que me conseguiste con tu primo en el banco, incluso de lo que hago después de tu partida; el trabajo en la casa producto de tu creación, el negocio.
Qué afortunados fuimos haberte recibido como el regalo más hermoso de nuestras vidas. Digo fuimos, incluyo a mi familia, porque el apoyo que recibieron de tu parte les permitió tener la tranquilidad que hasta hoy gozan las que quedan.
¿Te das cuenta que a nuestros hijos yo solo jamás les habría podido dar todo lo que tu  les entregaste?
La frase que dijiste al dejar tu trabajo de profesora para venirte definitivamente a la casa lo dice todo con respecto a lo que querías para ellos; “Los hijos crecen una sola vez, y eso no me lo quiero perder”.
Mientras yo era “el transporte escolar” exclusivo de ellos, y me preocupaba de generar el dinero para el sustento, tú hacías silenciosamente y con una dedicación sólo a tu altura tu trabajo de “mamá maestra”.
No encuentro la palabra exacta para calificarte,  pero aquí la encontré. Fuiste y sigues siendo Divina.
A propósito de Divina ¿Podremos saber alguna vez porqué en una foto que nos tomamos en grupo, al pedir una ampliación solamente de tu rostro apareces con un aura a tu alrededor, y junto con eso un tremendo as de luz detrás de ti?
Eso lo debe saber sólo Dios porque en la foto con que trabajó el fotógrafo nada de eso aparece y él no le encontró ninguna explicación mi niña Ángel. Más de alguien me ha dicho que eres mi Ángel.
Gracias por tus señales en las jaulas de los pajaritos. ¿Será que, aparte de demostrarme tu existencia, son el regalo que me has dado por haber tomado yo ese trabajo ahora?
Y esta sería “tu última broma”; apagarme el calefón segundos después que lo había encendido. Tuve que accionar nuevamente la perilla y volver a encenderlo. Es imposible que esta se devuelva sola; es como que el contacto del auto se devuelva solo. Cualquiera diría que “me estoy pasando muchos rollos”, y claro, hay hechos con los que me podría equivocar, y me ha sucedido un par de veces habiendo tenido que reconocer que estaba equivocado, pero siempre he revisado meticulosamente cuando ha habido algo “anormal”, o he preguntado si alguien intervino en lo que yo he visto para no estarme engañando a mi mismo. Y te habrás dado cuenta que no se me ha escapado ninguna de tus “magias”, todas las he observado, y han sido muy bien venidas, por lo que surgen espontáneamente mis agradecimientos por tus regalos. Y que en todo este tiempo sea una exageración que haya constatado unas veinte situaciones como estas como me ha dicho tu hermana yo no lo veo así, y le puse como ejemplo lo que le sucedió a una vecina que ella conoce, pues me contó que su esposo estuvo 15 años manifestándose casi a diario de estas formas. He escuchado que hay seres que han permanecido “pegados” por muchísimos años más, y han tenido que recurrir a “profesionales”, entendidos en estos fenómenos para ver como ponerle término a esa situación.
En todo caso yo jamás recurriría a eso porque sí. Tendría que aceptarle a alguien de mi extrema confianza y credulidad que me dijera que haya que hacer eso, y por lo demás creo que nuestro amigo psicólogo jamás me podría estar engañando al decirme que siempre me estás acompañando, y además, cuando surgieron las primeras señales me dijo que por nuestra conexión seguirías manifestándote más veces. Y para quienes me recomienden que no te moleste más, que no te pida más de “estas maravillas”, pues en estos escritos está la constancia de lo que te vengo diciendo a diario desde hace un tiempo; si interrumpo tu descanso, si no te deja avanzar el hecho de “tener que darme más señales”, mejor no lo hagas, pues estoy más que feliz con todas tus demostraciones de amor, como han sido estas manifestaciones que son “como para no creer”. Y no es porque me convenga querer hacerlas una realidad, pues lo que he visto tengo la absoluta certeza que así ha sido, y por lo demás no soy el único en el mundo que ha recibidos señales como estas, ¿no te parece mi niña hermosa?
Con respecto a tus “magias” maravillosas siempre me pregunto ¿cómo lo harás?
Me encantaría “ver tu rostro” cuando haces “estas cosas”. ¿Será que alguna vez podrás pasar más allá de este tipo de señales? Estoy dispuesto a verlo y sentirlo todo. Serás muy bien recibida; estás en tu casa, y hay muchas puertas por donde circular, y por lo demás, aunque estén con cerrojo puedes circular libremente. Para ti no existen esos obstáculos ni tampoco las murallas ni las escaleras. Y a propósito de escaleras, ¿te acuerdas cómo te recibía antes de que terminaras de bajar el último peldaño?,y ¿te acuerdas cuando te atajaba lo que me decías con tu cara pícara?
Tu frase la dejo censurada, pero al escucharla siempre fue un hermoso regalo. Y si la escuchara nuevamente sería realmente un regalo del cielo.
¿Te has fijado que desde tu partida nunca te dije Adiós?  Pues, mientras te sienta a mi lado nunca te lo diré. Cuando me despido de ti en tu lugar de descanso te digo “dejemos que tu cuerpo descanse y acompáñame para la casa”. ¿Ves que sintiéndote a mi lado no amerita decirte Adiós?
4 de OCTUBRE 2010.- Anoche tuve cuatro sueños contigo y el más hermoso fue que te acercaste a mi; vi tu carita bonita y alegre, y me diste un beso, un piquito. Fue cortito, pero que hayas bajado (me dijiste en una canalización que a veces me acompañas en los sueños) a darme esos segundos de felicidad, como otras veces haber recibidos tus cariños no tan sólo con besos, despierto colmado de alegría, y no sé si agradecerte con oraciones o darte las gracias con frases hermosas. Y lo primero que hago cuando sueño con estas caricias es decirte “que Dios te bendiga para siempre, gracias por este tipo de regalos”.
A veces pienso que debería hacer un poema para ti, pero prefiero no rebuscar palabras. Prefiero que fluyan al instante, pues salen de mi corazón, como era lo que nos decíamos en nuestras cartas cuando pololeábamos. Hay personas que me han señalado que todo lo que te digo a través de estas páginas son frases poéticas.
Pero tus cartas sí que son poéticas y más tiernas aún  marcadas por todos lados hasta por dentro del sobre con tus labios impregnados de rouge. Esos gestos son muy poéticos,  lo dicen todo sin usar palabras.  Ahí están guardadas en el velador como testimonio de lo que nos pasaba cuando nos separábamos por tan sólo unos días. Me decías “ahí te envío todos esos besos. No te envío más porque no caben en el papel”, y así era nomas. Ahora es verlas, lo he hecho varias veces, y es difícil contener la emoción y a veces también las lágrimas. Son una BOMBA de AMOR.
¿Por qué no habremos estudiado teatro mejor y haber hecho una película en la que los protagonistas hubiéramos sido nosotros mismos?
Si así hubiera sido te juro que habría seguido viéndola todas las noches. Y es verdad, porque ese “beso de película” que nos grabó nuestro hijo  en Farellones lo he visto tantas veces como no te imaginas. Suerte que lo pasaron a DVD porque de lo contrario ya estaría gastada la cinta, como casi gasté una del Salto del Laja en la que pasas por mi lado mientras te grabo, y me haces un gesto que sólo hay que verlo para darse cuenta lo que me dices con la mirada al pasar.
Y mira cómo son mis sueños contigo; en el de anoche cantaba frente a ti el tema que dice “Si tu mueres primero yo te prometo escribiré la historia de nuestro amor”. ¡Cuantas veces  entoné en mi vida ese tema sin que se me pasara por la mente que alguna vez lo llevaría a la práctica sin habérmelo propuesto jamás!
El hecho es que mientras en el sueño aparezco cantándote sin llanto, porque sólo cantaba frente a ti, y nada más que por cantar, al despertar me encontré que sí estaba llorando, y debí secarme las lágrimas. ¿Cómo es que el inconsciente juegue a dos bandas? Pero ya sabes, esas lágrimas se esfuman en el aire y te llegan transformadas en sublimes mensajes de mucho amor para ti.
Ya te has dado cuenta que desde que visito semana a semana el lugar donde está tu cuerpo, y lo que nunca hice con mis padres; a ellos siempre les visito y con mucho cariño les dejo flores y oraciones, tú (nuestro) lugar de descanso lo he convertido en un altar. La canción dice “Tendrás un Altar, un Altar Divino”, y así lo siento cuando lo adorno permanentemente.
Y a propósito de lo que te digo, ¿te gustan lo hermosos que se ven tus jarrones con las flores que le llevo, y el clavel que dejo siempre al lado de tu nombre? Los renuevo periódicamente para que no haya nada marchito entre nosotros. Esos adornos florales son mis poemas de amor para ti. Te regalo un poema distinto cada semana. Siento que los recibes con amor porque “has dicho”que “mis mensajes con amor los recibes”.
Voy seguido porque necesito estar lo más cerca de ti porque “has dicho que a veces bajas cuando se te visita”.
Me imagino que tu Energía resplandece, brilla mucho más intensamente cuando recibes esos regalos que te llevo con tanto amor.
En el libro que todos leímos dice que la luz a la que se llega Allá arriba es energizante.  Entonces, como tu espíritu se nutre de esa luz, nos regalas de ese brillo, de esa luminosidad Divina para protegernos como “lo dices en un mensaje”,“los amamos; los protegemos”.
Debe ser por eso que siento tu presencia a mi lado, por que esa luminosidad viene con tu Energía, con tu Espíritu; viene contigo.
10 de OCTUBRE de 2010.- Hoy tuve un sueño maravilloso; estábamos sentados en la cama, besándonos, y como regalo extra te pude acariciar, y a tu lado estaba nuevamente “tu doble”, como en un sueño anterior. En el sueño anterior estabas con la hija en la puerta del negocio y al lado, inmediatamente, conversábamos nosotros dos también. Pero hay un sueño con el que no lo pasé muy bien porque estabas mirando por un agujero hacia la calle y me dices “mira a esa sin vergüenza para el negocio del frente”, y es que salía "tu doble" muy de la mano con otro hombre. En todo caso durante el sueño sentí celos pero que se esfumaron apenas me desperté, y más bien me dio mucha risa haber “vivido” una situación así; demás sabemos que eso jamás nos habría sucedido; “ni en sueños”.
¿Y si tenías una doble por qué no me dejaste una aquí? Pero no la que salía de la mano con ese hombre, ¿no te parece?
Termino estas frases y todavía me causa mucha risa; pues nunca fuimos celosos y tampoco hubo motivos. Más celos sentía tu hija que siempre me pateaba los tobillos por atrás cuando por delante de mi caminaba una lola muy bonita y yo hacía como que le iba a hablar mientras tu no hacías más que reír.
30 de OCTUBRE 2010.- Estoy escuchando tus grabaciones de Adamo, y en este momento suena el tema “Nada que hacer”. Me quedo sólo con el título y lo interpreto a mi modo como que me estuvieras repitiendo lo que dijo el Dr. Fernández en la clínica que el momento final no tiene fecha de adelanto ni postergación. Es en el momento preciso que se nos ha destinado, y eso muchas personas lo intuyen, como tu lo hiciste. Te preparaste valientemente para esa instancia. Tus oraciones a diario y haber comulgado juntos días antes de tu partida hicieron que tu fortaleza fuera mucho más grande para aceptarlo. Igualmente te digo ¡que coraje! Esta es otra enseñanza que me dejaste: aceptar lo que es imposible revertir como es esa instancia.
Pero mi proceso será totalmente diferente al tuyo porque me allanaste el camino para llegar a tu lado con todo lo que me has ayudado; tus señales, tus mensajes. Y tengo la dicha que me estarás esperando para seguir acompañándonos con lo que fueron nuestros cuerpos en un sueño eterno, y para que me instruyas qué debo seguir haciendo Allá como Energía.
Tus lecciones me han quedado muy claras, y mientras tanto debo seguir cumpliendo, como tú lo esperas, las tareas para las que fui destinado, seguir acompañando a los nuestros, amarlos y protegerlos.
Y volviendo a tus temas de Adamo creo que esto no lo sabías, por que después que grabaste desde la radio uno de sus temas, una vez que terminó la canción se te quedó grabando al aire tu equipo y tu seguiste tarareándolo, y muy entonadita. Se advierte que estabas de lo más relajadita y contenta.
A propósito de temas de Adamo, tengo guardado “Un mechón de tu cabello”. Lo encontré hace unos días en las llaves de la ducha cuando hacía una reparación. Y como dice la canción, de la que no conocía la letra, “lo guardé en un papel” y ahora lo tengo en tu
velador, y también dice,“que desde hoy veneraré”.
Además, el mismo tema dice “y en un hada creer y el milagro esperar, de volver a nacer y volverte a encontrar”.
Con respecto a esta última estrofa veo que no es necesario creer en un hada para volverte a encontrar y coincide con lo que transcribo de un libro que tú también leíste, y yo escéptico, como lo fue también en los comienzos de sus investigaciones el Dr. que lo escribió, al empezar a leerlo no calzó en mi mente estrecha y suspendí la lectura. Pero, después de tus maravillosas señales lo retomé y ya no puedo volver a dudar lo que el Dr. Weiss dice. Tus señales me llegaron tal como él lo describe, y sin que yo supiera lo que había concluido producto de sus investigaciones. Nunca nadie me advirtió que podría recibir de ese tipo de señales de ti. Yo había escuchado de otras cosas desde niño como algunas veces te lo conté..
¡Qué tremenda ayuda me has dado mi Ángel! ¡Cómo me has ayudado allanándome el camino para volver a tu lado nuevamente! Sigo más que comprometido contigo. Seguiré retribuyéndote por siempre con muchos más “adornos florales”. Ya lo sabes, esos son mis poemas de amor para ti. Seguiré venerándote y entregándote infinitas frases de amor para ti.
El Dr. que escribió el libro dice: “Si todos supiéramos que mientras estamos en estado físico hay espíritus a nuestro alrededor, y que después de la muerte nos reuniremos con los de nuestros seres amados, ¡Cuánto sería el consuelo saber que volveremos a encontrarnos!
No obstante eso, mi consuelo es muchísimo más grande aún, y a esto jamás renunciaré; volver a juntarnos físicamente en un solo espacio, el que oportunamente prepararé, y si es posible con la inscripción de nuestros nombres.
No importa que nuestra materia sea después como piedra, cenizas, o en lo que se convierta. Lo que deseo es que en cualquier estado que estemos nos mantengamos juntos, y para siempre; “seguir acariciándote por toda la eternidad”.
31 de OCTUBRE 2010.- En un sueño de hace unos días, siendo las 3 am estuvimos acariciándonos y transcurrió todo tan rápido que al despertarme no me quedó claro, en detalle, su total contenido. Pero, por lo que alcancé a apreciar, creo que de pura emoción me desperté y me bloqueé. Pero hoy en la mañana me regalaste otro sueño y este fue cortito pero muy clarito. Me desperté después que me miraste como diciéndome ¿esto es lo que querías?
Lógicamente que veo tu rostro, tus gestos, y sé perfectamente lo que me quieres transmitir.
Y no es para menos, si estuvimos casi cincuenta años juntos, mirándonos y acariciándonos todos los días, y siempre ocultando esas demostraciones de amor ante los nuestros. (Excepto cuando pololeábamos y tu hermana nos decía que parecíamos lapa).
Hay tantos sueños más de estos y de los otros, pero no me he perdido de anotar ninguno; y tu hermana me dice siempre ¡qué imaginación!, pero yo le digo que no es mi imaginación. Surgen en mi inconsciente sin que yo los haya preparado. Si así fuera los fantasearía totalmente a mi gusto, y les daría más tiempo que lo que duran, y así compartiríamos más tiempo juntitos, aunque sea a través de los sueños!
1° de DICIEMRE 2010.-Gran misterio mi niña hermosa, pero ¿cómo interpretar mis permanentes sueños contigo, principalmente en los que tenemos la dicha de estar acariciándonos? ¿Será que la conexión nos permite tener este tipo de contactos realmente. Más aún que en tu mensaje me dices que a veces sí me acompañas en los sueños? Ma. Eugenia,  querida médium  me dice que "estos sueños son astrales; que nos juntamos de verdad en un plano intermedio".
Mil veces prefiero interpretarlo así, pues a través de esos sueños siento aún más tu presencia a mi lado, y me despierto feliz y te agradezco enviándote mensajes de mucho amor. Este amor que a medida que el tiempo pasa no sé hasta donde más puede crecer. Pues, esta mañana nuevamente me desperté de pura emoción por haber estado juntos una vez más en este tipo de sueños, y cada vez que surgen estas maravillas te envío inmediatamente las bendiciones y agradecimientos por tu presencia a mi lado, aunque sea a través de los sueños entre otras formas de acompañarme.
3 de DICIEMBRE.- Hoy me desperté viéndote reír a carcajadas porque el niño te contaba la maldad que hacía con la gata negra. Estabas con tu falda blanca y camisón azul, y vi muy linda tu carita riendo.
10 de DICIEMBRE 2010.- Hoy tuve la dicha nuevamente de tenerte en otro sueño más que maravilloso y no puedo dejar de expresar mi alegría como las veces anteriores, y si Dios permite que mantengamos contacto de esta forma también, tengo que agradecer tanto a Él como a ti que podamos mantener esta magia, y qué mejor que sea a través de los sueños que como me dijo nuestro amigo psicólogo/médium; “son vívidos”. Disfruto plenamente con “estos contactos” porque cuando “se me apague la luz” he ahí el gran misterio, ¿cómo irá a ser nuestra comunicación?
Si la gente se emociona porque le impacta un libro o una película ¿cómo no me va a impresionar lo que yo “viva en carne propia”, y me despierte feliz de pura emoción? Son más minutos en los que “disfrutamos juntos”.
¿Será que al presentarte seguido de esta forma en mi mente me hace recordarte como que sólo ayer hubiésemos estado juntos? No cabe en mi mente recordarte como que lo nuestro fuera cosa del pasado. Eso nunca sucederá y “llegaré a tu lado” con la sensación que jamás estuvimos separados. No cabe en mi mente la frase que dice “hasta que la muerte los separe”. Recuerdo cuando al hijo le dije  “tengo la impresión que la mamá no está muerta”, y me respondió “¿y quién te dijo que está muerta? Entonces no soy el único que siente que sigues viva. Mis más sólidos argumentos son tus señales, son los sueños que me regalas, porque nuestro querido amigo me ha dicho que a través de esos sueños te manifiestas también a veces.
Estás inmortalizada “mi guagua” en todos nuestros metros cuadrados con tu Energía. Aquí están tus típicos trabajos de “maestro mueblista” con las estanterías que hiciste para todo uso en el baño, en el lavadero, en la cocina, en nuestro dormitorio; están tus brochazos que perdurarán en el tiempo de cuando te dio por pintar casi entera la casa y el frontis del negocio con ese color azul “que ahora también lo tienes a tu alrededor”; están tus cortinas en todos los ventanales, está de recuerdo el último alfombrado que me pediste poner en la planta baja, tu brillante idea de que construyéramos un nuevo comedor para dar cabida a tu mamá en lo que era living-comedor; tu deseo cumplido de cambiar el refrigerador por uno más grande, tu trabajo de “maestro albañil” cuando hiciste con tus manitos el cambio de flexit en la cocina y después en igual forma azulejaste ese lugar; sólo que me pediste que te cortara algunos azulejos “porque eso no lo sabías hacer”. Están la cantidad de tejidos de lana y a croché sobre la cama, sobre los muebles y otros tantos guardados; está tu canasto con todos los restos de lana que ibas guardando para algún día darte el gusto de tejer cualquier cosa; están todas tus grabaciones de películas, videos y DVD en tus estanterías y cajones. En fin, están todos tus gustos invadiendo la casa y el patio, y mención especial más de 200  casetes con las grabaciones de canciones de nuestros años de juventud que hacías directo desde la radio años atrás, y que por la gracia de Dios ya he encontrado como diez de estos en los que aparece tu voz conversando con todos nosotros en distintas instancias, sin que nos hubiéramos dado cuenta que se estaba grabando ya que al terminarse las canciones tu equipo se quedaba grabando al aire porque te olvidabas apagarlo.
Mi tarea es a largo plazo; terminar de escuchar todos esos temas, pero son tantos que creo que no alcanzaré a oírlos todos, pues son varias cajas que me esperan, y además tuviste la brillante idea o más bien paciencia “de Santa” de anotar con tu puño y letra todos los nombres de los temas y del cantante o autor de cada uno de éstos, quince temas como promedio en cada uno. No puedo dejar de mencionar las libretas con los códigos y numeraciones que le diste a todo lo mencionado, inclusive están las libretas con las anotaciones de las películas o programas especiales que grababas desde la tele y también las guías de la cantidad de libros de los estantes que hiciste para biblioteca. ¡Qué paciencia mi niña con todo esto, y también con nosotros! Lindo recuerdo al ver todos estos trabajos y ver tus anotaciones con un orden y una caligrafía muy hermosa.
Entre todas estas grabaciones debo hacer mención especial cuando sales riendo a carcajadas al hacer un brindis la noche que llegamos al Valle del Elqui, menos de un año antes de tu partida, porque se te enredó la lengua al hablar;  y la he visto tantas veces por lo gracioso del momento que  me proboca una risa casi a carcajadas como la tuya cada vez que te veo tan contenta.
¡Entonces cómo no voy a sentir que sigues viva si para donde se camine en esta casa o por el patio, y hasta en los últimos rincones estás presente con tanta cosa! ¡Cómo no mencionar el negocio que formaste “para entretenerte” y en él estoy todos los días!
¡Qué equivocación más grande de tu hermana cuando me dice que “te idealizo demasiado”, siendo que así, calladita, “hiciste todo lo que hiciste.”
¿Recuerdas que más de 35 años atrás me dijiste que si tú morías me casara con tu hermana, y seguramente lo dijiste para que cuidara de nuestros hijos?¿Sabes?, no era necesario;  demuestra  a diario su preocupación por ayudar  en los quehaceres de la casa.
Ante todo lo dicho, cómo no voy a sentir tu presencia, cómo no voy a sentir que “seguimos conectados” si prácticamente nunca estuvimos separados, más aún que estuvimos juntos día y noche los últimos 27 años desde que me vine a trabajar a la casa en tu negocio.
¿Entonces podré disimular como que no te hecho de menos? Imposible. Por eso es que no dejo de mirar y besar tus fotos, escuchar tu voz y verte en movimiento en la pantalla. Seguir escribiendo para ti páginas y más páginas después que le dije al hijo  tengo 13 hojas escritas y creo que toqué fondo, ya lo dije todo. Ahora es un cuaderno de 100 hojas que ya se me acabó y debí abrir otro porque también he escrito en él  la inmensa cantidad de  sueños que he tenido contigo, y me encanta leerlos para recordar tantos momentos "en los que hemos seguido estando juntos". Me nutro de todo esto, entre otras formas de buscar comunicarme contigo y sentirte a mi lado.
¿Te digo una cosa? Estas prácticas son las que me han ayudado enormemente a atenuar en parte tu ausencia, pero el principal apoyo que he recibido y que he complementado con lo antes dicho son realmente tus señales maravillosas, aunque tu hermana me diga que a su juicio no pueden ser todas verdaderas. Me dice “algunas son reales nomás”. ¿Y porqué no pueden ser todas reales siendo que desde siempre demostraste tu gran capacidad para hacer cosas tan difíciles para una mujer, y también para muchos hombres. Y ahora que te liberaste de esa tremenda carga, tu capacidad, tu Energía es muchísimo más poderosa como lo has demostrado? Bueno, yo en mis zapatos y ella en los suyos. Total, es a mi a quién te diriges; nosotros dos somos los que nacimos para ser el uno para el otro. Ya son varias las personas que me han dicho que somos “Almas Gemelas”, lo que hace sentirme muy feliz si así fuera porque eternamente estaremos uno al lado del otro.
20 de DICIEMBRE de 2010.- Un nieto de Salvador Allende se suicidó hace unos días porque falleció su esposa, y mi pensamiento fue inmediato; primero, yo también sé cómo duele y segundo, creo que si él hubiese tenido el apoyo y la fuerza que tu me has dado a través de tus “magias” y de tus mensajes ese pobre no habría tomado tal decisión, y yo no me imagino qué habría pasado conmigo si no hubiese recibido tu ayuda Divina.
Cómo me habría gustado ayudarlo como lo he hecho con personas que han pasado por lo mismo, perdiendo a su pareja o a otro ser querido, y he recibido su gratitud, o simplemente como muchas personas me han dicho que con mi experiencia les he aportado la esperanza que también podrán conectarse con sus seres amados; y que he sembrado la semilla del amor en quienes no han tenido la suerte que éste germine recíprocamente.
22 de DICIEMBRE de 2010.-Ya casi es Navidad, y estaré más cerca de ti acompañándote el 24 y engalanando como parece ser un Altar tu lugar de descanso. No se me escapará detalle para dejar, como siempre, lo más hermoso, y dejarte, una vez más, mi muestra de todo el amor que siento por ti, y sé que me estarás apoyando, acompañando y dando fuerzas para continuar avanzando y no retroceder en tan difícil proceso, y siempre tendré presente “tus sublimes mensajes”, tus increíbles mensajes a través de una “canalización”, palabra que yo conocía para otros efectos. A través de “tus hijos”, nuestros hijos, te manifestaste de esa forma. Claro, ellos, como tu, ya sabían de esta forma de comunicarse, y ese don no me cabe la menor duda que lo adquirieron como herencia de tu sabiduría.
25 de DICIEMBRE de 2010.- ¿Qué te pareció la visita que te hice ayer? Bueno, estaba ansioso por ir a adornar con mucho más sentimiento y amor ese lugar que algún día compartiremos eternamente. Pues, era un día más que especial y de regalo te encendí una velita mensajera.
Más de una vez he pensado hasta cuando esta espera para volver a acompañarte, para volver a estar juntos nuevamente, pero sé que no verías con agrado que abandone la lucha, pues soy un soldado para muchas batallas más, en cambio tu eras un soldado que tenía su salud resentida. Tenías derecho al descanso, pero me ha costado mucho comprenderlo.
La velita que encendí para ti llevaba hermosos mensajes, transmitiendo mucho amor, paz y esperanza.
Cuando era media noche y cenábamos en familia, en un momento se me ocurrió apretar con mi mano derecha el borde de la cubierta de la meza, frente a tu tradicional ubicación, e hice cuenta que ahí estaba tu mano, como siempre. Y seguro que ahí estaba tu Energía, compartiendo con nosotros, y recibiendo así de cerca  los sublimes mensajes a través de la velita que te encendí. Y así debe haber sido porque más tarde, mientras dormía profundamente te hiciste presente, y esta vez en un sueño maravilloso una vez más, en el cual nuevamente compartimos las caricias de siempre.
Espero que esta maravilla se repita cuanto antes, pues ya sabes que eso también me nutre;  me llena de mucha alegría al despertar el "haber estado juntos nuevamente",  aunque sea por unos segundos.
1° de ENERO de 2011.- La noche de este año nuevo no estuvo exenta de emociones fuertes; me faltó el primer abrazo que siempre era para ti, y lo contrarresté con los abrazos y deseos de felicidad para nuestros hijos, nieto y “demaces”.
Más tarde me fui a la calle a pasear a tu regalón, al Benito,  y como siempre, mientras lo paseo, te envié mis oraciones, agradecimientos y bendiciones, y pidiéndole a Dios que permita que siempre tengas la capacidad para recibirlas. Que nuestra conexión se mantenga para siempre.
A nuestro querido amigo y psicólogo  con mucho aprecio hacia él por el apoyo y cariño que me ha brindado, y porque creo en alguna forma aportarle en algo, como una experiencia más, cómo ha sido el comportamiento de mi mente en este difícil proceso, consciente e inconsciente, le entrego este escrito incluyendo todos los sueños que he tenido contigo mi niña, y hay muchos que tienen toda una trama que para escribirlos he tenido que usar varios reglones. Espero que los hayas captado casi todos, en especial esos que tú sabes. Esos los escribí en un cuaderno aparte “y te los mostraré en nuestro reencuentro para que recuerdes todas las veces que me hiciste compañía de esa forma en tu ausencia.” Esos sueños también me han aportado vida, y aunque algunos sean cortitos, al despertar me ha dado mucha alegría haberlos compartido contigo, haberte visto a mi lado, haber escuchado tu voz, haber compartido nuestras tiernas caricias impregnadas con tanto amor.
La parte consciente nuestro amigo ya la conoce en extenso, no así la cantidad y variedad de situaciones "vividas” en la forma más increíble a través de estos sueños.
¡Cómo no iba a tener tantos sueños contigo después de tu partida, en especial en los que nos hemos estado acariciando, si inclusive estando tu en casa después de que te dieron el alta en la clínica también soñé contigo, y cuando te lo conté, que habíamos estado acariciándonos escondidos detrás del mesón del negocio, me miraste y con voz lastimosa me dijiste “Puchas, todavía no se puede”.
Eso fue una realidad, pero en un sueño relacionado con lo mismo, al retirarte, con el mismo tono me dijiste “pobrecito”, pues tu visita era pasajera y debías volver a tu Nuevo Hogar.

ABRIL 2011.- No sé si en tu estado se puede ir contra la corriente o sólo debes seguir avanzando con tu sabiduría; sólo debes seguir trascendiendo como lo que ahora eres, un Alma Inmortal.
No sé si terminaste tu misión acá o es como he leído el resultado de años de investigaciones que dice que < Bajan las veces que creen que es necesaria su presencia entre nosotros para dar alguna señal>, que <siempre pueden ponerse en contacto con sus seres queridos si así lo desean>.
El hecho es que creo firmemente que sigo recibiendo tu compañía maravillosa.
Cuando me dirijo a ti, ya sabes, te he dicho que si interrumpo tu descanso, si no te deja avanzar el hecho de “tener que darme señales” mejor no lo hagas. Ya se, como me dices en un mensaje a través de una “canalización” <Arturo Te Amo>. Y esa frase que viene desde donde no existen los límites del tiempo ni de las distancias la llevo siempre conmigo,  no tiene vencimiento,  por lo que Nos Amaremos Eternamente.
Hoy 1° de abril, segundo aniversario de tu partida se movió frente a mí un frasco plástico casi lleno de agua. Ni siquiera pude dudar que se trató de otra de tus señales. Nada había en su alrededor que lo pudiera haber hecho. Inmediatamente te di las gracias por tu presencia y te aseguré que más tarde iría a visitar tu lugar de descanso y llevarte como siempre hermosas flores y la velita mensajera, a través de la que ahora te envío mensajes de mucho, muchísimo amor.
A los días siguientes aparece casi la mitad de la alfombra del baño sobre mis pies, en segundos, dos veces seguidas, mientras me quedaba dormido leyendo. La segunda vez  me di cuenta que hacía segundos ya la había estirado.
¿Recuerdas que cuando me demoraba mucho en salir del baño me decías <¿te quedaste dormido?>
Esta vez pasó lo mismo, mientras leía me quedaba dormido, y en vez de golpearme la puerta como  siempre lo hacías te manifestaste de esa forma. Es más, la segunda vez que la encontré doblada sobre mis pies y la volví a estirar,  fue tal la impresión que me paré del asiento y lo intenté hacer con las manos pero no me resultó fácilmente. Inmediatamente le conté a la hija lo que me pasó, pero ella ya no se sorprende con estas “magias”. Lo toma como algo totalmente normal. Y bueno, tu recuerdas que ella ha pasado por situaciones fuertes; por ejemplo con su Tata en la casa de la playa. Después de su partida, allá mismo, estuvo casi dos años haciendo los ruidos que tanto lo caracterizaron. Su caminar por el pasadizo, o haciendo ruidos con la tetera sobre la cocina en las mañanas, mientras los demás dormían.
Todo esto me parece un sueño cuando lo empiezo a recordar, pero gracias a Dios es la absoluta realidad. No me quedaría la conciencia tranquila contigo ni conmigo mismo si me inventara estos fenómenos. No tendía opción para reconocer que estas “magias” son las que me han ayudado absolutamente a comprender que tu vida continúa y así ir aceptando tu ausencia entre nosotros. Ahora digo ausencia física solamente.
¿Recuerdas que te expresé que después de mi ignorancia e incredulidad todo se transformó en “mi creencia absoluta” que tu vida continúa como Espíritu, como Energía, gracias a tus señales?
Ahora no sé si después de decir “creencia absoluta” existe algún otro término que exprese mayor grado de credulidad para definir mi impresión después de tu última señal.
El viento es una energía que barre con todo lo que encuentra a su paso, en cambio con tu energía sutilmente mueves cosas para demostrar tu presencia a mi lado.
He tenido la suerte de ayudar a quienes también han sufrido la pérdida de un ser querido dándoles una pincelada de mi experiencia y credulidad que la vida continua y he recibido su gratitud. Sería un egoísta no darles a conocer lo que yo he aprendido, y es lo más hermoso que me pudo suceder después de tu partida mi niña adorada. Seguiré retribuyéndote con frases hermosas, con muchas oraciones y manteniendo por siempre frescos y hermosos adornos florales en tu lugar de descanso; y ya sabes, esos son mis poemas de amor para ti.
Ahora supe cual es el significado de poner velitas, por lo que a través de las que te enciendo recibe todos los besos, caricias, mensajes y oraciones que en todo momento envío para ti.
Hoy, 11 de mayo, ya estoy a más de un mes después de haber recibido tus señales poniendo la alfombra sobre mis pies, y no dejaré de seguir maravillado por estas como por las señales anteriores, que jamás habría imaginado podría llegar a constatar.
Estas últimas señales han sido la mejor ayuda que me hayas podido dar, no para sacar algo de incredulidad de mi mente como me sucedió en un comienzo con “esta maravilla”, sino para confirmar en forma absoluta “la magia” también de todas tus señales anteriores, que no son pocas, casi 20, y todas en distintos lugares y con distintos elementos. El de tu bolsito de género aparecido bajo la sábana tocando mi barbilla es el que más me ha impactado por “lo sublime del mensaje” como me lo dijo la Dra. González cuando se lo conté. Y también se repitió “el fenómeno” en ese entonces, pero tres días después, y a la misma hora de amanecida.
La doctora quedó tan sorprendida con el tipo de mensaje que me dio las gracias por contárselo y me dijo “le vamos a prender velitas para agradecerle por este mensaje tan sublime.”
Ahora lo de la alfombra fue tan sólo en segundos la repetición.
“Por la rapidez que lo hiciste cómo se nota que tienes más experiencia para hacer estas magias”.
Ahora, más bien creo que esto es un milagro, porque después de mi incredulidad hiciste darme cuenta y creer absolutamente que la vida continua como lo que eres ahora; un Alma Inmortal, y manteniendo y enriqueciendo aún más tu sabiduría y tu poder.
Que orgullo más grande saber que la mujer que me acompañó casi medio siglo, desde sus lindos 15 años, ahora es como un Ángel, “un ser muy evolucionado”, como me lo señaló tu ex compañera de estudios vecina nuestra.
Te lo digo de corazón, si no fuera por el cariño a nuestros hijos, nieto “y demases”, por lo comprometido que me siento seguir acompañándolos, si fuera que me pidieras que te vaya a acompañar, como es mi ferviente deseo hacerlo algún día, no lo pensaría dos veces y soltaría las amarras para volver a juntarnos en ambos estados, físico y espiritual, y para siempre.
En estado físico, porque mi deseo más grande, cuando sea mi turno, es “volver a abrazarte”, estar nuevamente juntos, cuerpo a cuerpo, aunque sea en los estados que nos encontremos. Estarán "nuestros envases juntitos para toda la eternidad", sólo que nuestras conciencias estarán en otro plano para compartir la vida espiritual.
Es mi sueño, y que tarde o temprano será la más hermosa realidad.
Nadie más que nosotros puede dimensionar porqué este amor tan grande, el que se cimentó desde el comienzo de nuestro pololeo, habiendo tenido la dicha en ese entonces de estar juntos prácticamente todos los días durante ocho años, y que mejor testimonio que la última carta que me enviaste poco antes de casarnos en la que me dices que no hayas la hora de regresar de tu viaje a Coyhaique para estar juntos nuevamente; que me hechas tanto de menos, que quisieras abrazarme cuanto antes.
Eso fue por un mes que estuvimos separados. ¿Te das cuenta? Ahora hace poco más de dos años que “emprendiste este último viaje”; he recibido tus señales maravillosas, tu compañía y tu cariño, pero no sabemos cuando será nuestro reencuentro definitivo. Tendrá que ser algún día, y en ese momento “tómame de las manos y ayúdame a cruzar el umbral” para nunca más separarnos.


JUNIO 2011.- En el día de tu cumpleaños no podía faltar “a la cita” y aparte de las flores que te llevaron nuestros hijos en la mañana, puse el broche de oro más tarde con lindos claveles, y en forma muy especial mi homenaje con la “velita mensajera,” y a través de ella te manifiesto mi infinito, mi irrenunciable amor por ti. También las encendí en nuestra pieza, en un pequeño altar que instalé para ti en el rincón donde están todas tus cosas personales,  al lado de tu foto acompañada de un crucifijo con tu rosario, con tus figuras de la Virgen y de Santa Teresita, y las imágenes del Padre Hurtado y del Padre Pío. Tu muy bien sabes porqué te mantengo tan bien acompañada. En ellas te apoyaste siempre en los momentos difíciles. Ahora les tengo un cariño y respeto muchísimo más grande que cuando les visitábamos juntos. Las considero nuestro puente para conectarnos; para que intercedan por nosotros ante Dios por nuestra unión eterna, por nuestro amor eterno.
La noche anterior a tu cumpleaños estando todos sentados a la mesa faltaba sólo el niño, nuestro nieto, y cuando bajó del segundo piso y se asomó por el pasillo visualicé tu figura que venías detrás de él pero en vez de seguirlo te vi entrar hacia el negocio. Ya sabía de este tipo de apariciones pero nunca creí que yo podría verla. Es más, después de tu partida algunas veces miré hacia la oscuridad del patio por si de casualidad te podría ver,  lo que antes me daba tanto miedo si ocurriera, pero nunca vi nada. Ahora ya creo haber recibido casi todas las formas de señales que existen como me he ilustrado en las lecturas o me lo han señalado los entendidos.
¿Por qué será tan misterioso todo esto, si la energía es tan poderosa bien podría manifestarse más directamente aún; tomar otro tipo de contacto con uno?
¡Qué maravilloso sería, como lo han simulado  en el cine, estar frente a frente con un ser querido y poder intercambiar algunas expresiones o gestos que manifiesten amor!
Esa Energía es tan poderosa que así debería ser, pero al menos doy gracias a Dios que existen las señales que yo he visto y con eso uno queda más que maravillado, pero igual con gusto a poco.
¿Te cuento? O a lo mejor ya lo percibiste; nuestra palomita cuculí también terminó su ciclo de vida, y se me asomaron algunas gotitas de tristeza.
¿Recuerdas que la tuvimos tantos años, y era tan cariñosa y hermosa como tu?
Le di “santa sepultura”, fue también parte de la familia, y antes de proceder a “guardarla” bajo tu silla mecedora en el patio le di besitos y le pedí que se transformara en mi palomita mensajera hacia ti. A través de esa tierna y pequeña alma, que ya debe haber llegado a tu lado, recibe esos besos y caricias que te envío siempre, pero ahora en forma más directa, a través de nuestra regalona que te acompañará para siempre y podrás volver a escucharle su tierno y melodioso “cucurrú, cucurrú.”
30 de JULIO de 2011.- Después de haber transcurrido casi cuatro meses desde que recibiera tus señales que se produjeron para el aniversario de tu partida ya me había convencido que esas serían tal vez las últimas, pero me he llevado otra enorme sorpresa, y ahora fue con la pequeñísima lamparita que me regaló nuestro yerno, la que destiné solamente para iluminar tenuemente tu foto sobre el velador mientras duermo, y esta vez decidí ponerle una pila común y corriente, ya usada, para que se descargara totalmente en algunas horas durante la noche para después desecharla. Así fue que dejé la lamparita encendida y enseguida me dispuse a dormir, pero no sin antes de eso mirar fijamente tu rostro iluminadito por última vez en el día, y darte las bendiciones, caricias, besos y agradecimientos de siempre.
Habiendo transcurrido unas horas me desperté y lógicamente encontré que se había acabado la carga de la pila al ver apagada la lucecita. Entones, procedí a hacer lo mismo de siempre, mover el interruptor para dejar desconectada la pila, pero, esta fue la gran sorpresa, la tecla ya había sido desactivada y obvio apagada la luz. Por lógica, activé el interruptor nuevamente para ver que pasaría, y la lámpara se volvió a encender, y ya llevo tres noches encendiéndola, con muy poca carga, pero todavía alumbra, tenuemente, pero sigue iluminando tu carita.
Demás está decir, y lo comprendo perfectamente porque yo fui tan escéptico como muchos, que a quienes no han visto este tipo de fenómenos se les hace imposible creer que algo así pueda ocurrir, como a mi me sucedió antes de captar estas señales maravillosas, y lo toman más como invenciones o sugestiones; pero he ido más allá y mis experiencias las he hecho saber a profesionales, religiosos y entendidos y me han confirmado que la Energía es capaz de hacer estas “magias”; afirmaciones de las que también hay muchos testimonios escritos o que han ido pasando de boca en boca desde hace siglos.
Tu sabes que de situaciones como estas hay muchísimos libros, han sido llevadas al cine y también han sido dadas a conocer y analizadas seriamente en la radio y la televisión por estudiosos y expertos en este tema. También me a tocado apreciarlo entre gente común y corriente como yo, familiares y amigos, grupos en los que hay mucha gente que cree absolutamente en lo que yo he visto. Y es más, algunos también me han contado sus experiencias, o las que les han contado familiares o conocidos.
Para los que no se convencen, (Sto. Tomás; “ver para creer”) he adoptado un dicho que parece ser conocido, y es que “hay que haber estado entre las patas de los caballos para darse cuenta cómo duelen sus patadas.”
Obviamente estas señales no duelen; son sutiles, suaves, y hay que ver que reconfortan cuando se sabe que es imposible que no vengan de ese ser tan amado que físicamente ya no está; y ahora ya no me cabe la más mínima duda en lo que a mi me concierne, como también lo dicen los entendidos, son demostraciones de amor de ese ser querido que se manifiesta de estas formas para que uno sepa que lo está acompañando y porqué no decirlo, cuidando y protegiendo.
6 de AGOSTO 2011.-“Donde uno menos lo piensa Salta la Liebre”. La liebre no eres tu, lo digo así sólo para acusar recibo de tu señal de hoy en el negocio. Tu sabes muy bien que por años hemos dejado colgado el “pié de metro” en una misma barra del estante de pinturas, y a no ser que se nos quedara alguna vez sobre el mesón o bien sobre los tarritos de pintura que están detrás de mi, jamás alzamos el brazo hacia el cielo, es muy incómodo para colgarlo de las últimas barras de arriba del estante. Lo digo cortito, así fue. Después de buscarlo en el suelo o por donde pudiese haber caído no sé cómo “se me iluminó” y sin pensarlo miré hacia arriba y ahí estaba “tu nueva pillería”. ¿Será que por telepatía me dijiste mira para arriba del estante, como ocurrió con la imagen de la virgen cuando sin necesidad de tener que mirar al piso del auto lo hice y también me encontré con esa tremenda sorpresa; ahí estaba la imagen siendo que la tenía muy asegurada detrás del plástico de proteger fotos en la billetera? ¿Sabes lo que hice inmediatamente que lo descolgué? Tomé tu foto que me acompaña en el negocio y "te di besitos por tu nuevo gesto.” Digo “te di” porque cuando lo hago siento que realmente eres tu en vivo a quién beso, y lo hago con la misma fuerza y amor que lo hice siempre sobre tus labios. Lo hago de esa forma porque tengo la seguridad que siempre recibes mis caricias y mis besos, de lo contrario me resignaría a alzar la vista y sólo mirar hacia el cielo mi guagua hermosa. (Ya sabes porqué  te digo mi guagua).
¿Recuerdas que los tres lápices que me regalaste un día eran para usarlos en los libros del negocio? Por ser tan bonitos los guardé  pero los empecé a usar cuando comencé a escribir estas líneas para ti, y ahora que creo que ya no tengo nada más que escribir, sólo seguir anotando los sueños que me sigas regalando, se me terminó el último que me quedaba.¿Coincidencia o qué?
13 de AGOSTO 2011.- Seguiré el consejo que me acaba de dar nuestro amigo confidente una vez que terminó de leer estas páginas. Ante todo me di cuenta que disfrutó plenamente de la lectura, que quedó maravillado de la forma con que me expreso al escribirte, que esto parece una novela de amor, y me dijo que de tanta gente a la que ha atendido en su consulta en situación como la nuestra la comunicación que hay entre nosotros es maravillosa. Me dijo que siga dirigiéndome hacia ti y escribiendo para ti; que no tome en cuenta si alguien me dice que te deje ir, que él “tomará contacto contigo” para que mantengamos esta conexión, que siga manteniendo flores “en tu altar”, y que no sean de fantasía, deben ser verdaderas, y es lo que vengo haciendo siempre, y elijo las más hermosas.
Con esta generosa ayuda “de tu amigo” mi niña; nuestro amigo, tenemos asegurado “el suministro de Energía”, él “será nuestro aval” en caso que no tengamos “los suficientes recursos” para mantener esta hermosísima comunicación.
Por lo visto, “con un aval como nuestro amigo”, parece que tenemos asegurados estos contactos tan maravillosos.
Y ahora a rezar para todos nosotros, a hacer tuto porque me pasé de las 4 de la mañana escribiendo para ti; pero no importa la hora porque con esta tremenda ayuda de nuestro confidente con pocas horas de sueño tengo que amanecer como nuevo para seguir acompañándote; acompañándonos para siempre.


23 de AG. 2011.- Hacía bastante tiempo que no te contaba un sueño, pero no es porque no los haya tenido; sigo soñando contigo y me reconforta enormemente cuando despierto haber tenido uno, dos o hasta cuatro o cinco sueños seguidos. Y cuando “son con sorpresa” me dejas más feliz aun, pero el de hoy fue para que una vez más me demostraras tu valentía ante lo adverso.
Vestías tu ropa café como de Las Carmelitas. Así apareces en un video posándome mientras hacemos una revisión de la grabadora y te ves radiante de hermosa. ¡Me dan unas ganas de atravesar la pantalla! Ahí repetiría esa frase pícara tuya que tengo censurada, que me la decías cuando te atajaba antes de que terminaras de bajar el último peldaño de la escalera.
El hecho es que me dijiste que te pidiera hora médica, para variar, porque te cargaba hablar por teléfono, y me contestó una monja. Llegamos de noche al lugar; San Diego con 10 de Julio y era una casona vieja de muros de barro, con tejas y sin ventanas al exterior. Te dije ahí adentro duerme gente pobre que no tiene casa. Caminamos por 10 de Julio vereda nororiente hacia la entrada y junto a nosotros iba una señora que entró primero y nos hizo pasar; era una monja de civil de las que atienden a los pobres. Entramos por un antejardín ancho y muy largo y al entrar a la construcción con amplios y antiguos ventanales nos recibió un hombre que era el médico y me preguntó si tenías blandas las piernas para ponerte una inyección.
Te hice sentar y te descubrí ambas piernas hasta arriba y le mostré, tocándotelas, que estaban blanditas en esa pose. Me quedé parado a tu lado apretando tu cuerpo y cabecita contra el mío y vi cuando clavó una tremenda aguja en tu pierna derecha. Tu reacción fue una exclamación muy cortita, como aspirando por la boca con los dientes apretados, y creo que a mi me dolió mucho más porque disimuladamente me puse a llorar para que no te dieras cuenta lo que me pasaba, y en eso el Dr. sacó la aguja y me miraste hacia arriba con una sonrisa porque ya había pasado el susto. Yo seguí apretando tu cabecita contra mi cuerpo y escondí mi cara para que no vieras que tenía lágrimas en los ojos. Sobre lo mismo le pregunté al Dr. para cuando sería la próxima inyección y me dijo para el 14 de Junio, y ya estábamos en Agosto. Ya pasó la fecha, te dije, nos salvamos.
Con esa sonrisa con que me miraste cuando te sacó la aguja el Dr. sigues demostrando que naciste a prueba de todo, y esta vez la tremenda aguja fue sólo un detalle más para ti.
Digo que naciste a prueba de todo porque entre varias situaciones muy difíciles y riesgosas que vivimos juntos pidiéndole ayuda principalmente a la Virgen, una de ellas fue la paciencia y el coraje que tuviste cuando tenías los síntomas del primer parto, pues esperaste pacientemente que me repararan un neumático pinchado, ya iniciados los dolores,  y a las pocas horas nacería un meteorólogo, tu (nuestro) hijo adorado.
Otra situación de tanto o más riesgo que la anterior fue cuando el año 1975 te ingresaban al quirófano para extraerte el corazón por un periodo interminable para ponerte un parche “como el que le pusieron al neumático” por tu “soplo al corazón”, y al pasar en la camilla por mi lado me hiciste señas con la mano y a la vez diciéndome “¡chao; nos vemos más rato!”
Tuviste tu corazón herido y un Alma de Acero por tu coraje en las entradas al quirófano, pero de una ternura y dulzura indescriptible.

21 de SEPT.2011.- Después de agradecerte porque sentí tu maravillosa compañía en estas fiestas dieciocheras tan tuyas, en las que no pude dejar de tenerte en mi mente, anoche, antes de acostarme, hice una prueba de tu poder, para ver si captarías la inquietud que yo te dejaba, y lógicamente tenía que ser con tu respuesta. No sabía si era mucho pedirte, y dejé tres piezas de ropa a los pies de la cama, pero en el lado donde yo no duermo para no moverlas, y sobre tus tejidos de lana, uno de los cuales apareció misteriosamente enrolladito como “lulo" el día anterior. Lo hice para ver si me encontraría con esas piezas en otro lugar o posición, como una señal más, como comprobación de la observada el día anterior con tu tejido, cosa que ya has hecho anteriormente, pero al despertarme las ropas estaban donde mismo y tal cual las dejé. Pero la sorpresa fue que sin ocupar esas piezas hayas hecho una de "tus magias" una vez más y me sorprendí muy feliz al encontrar "una pieza extra a mis pies" y fue nada menos que la casaca que tu me regalaste, la que había dejado colgada en la manilla de la puerta. Parece ser demasiado fantástico pensar que podrías captar con qué intención ponía esas ropas a los pies de la cama, las que no se movieron de donde las dejé, hecho que no me provocó decepción sino más bien alegría en forma inmediata al ver que sí apareciera mi casaca cubriendo mis pies, lo que me resulta más que sorprendente y me atrevo a pensar que esa fue tu respuesta o bien otra de tus gratísimas y hermosas manifestaciones, las que siguen siendo el mejor alimento para mi alma y mi crecimiento espiritual. Lo sucedido el día anterior con tu tejido de lana que amaneció perfectamente enrollado se lo conté anoche a muestra hija y esta mañana debí contarle otra vez para que viera lo increíble y sorprendente de ambos casos. Ella me dijo que ellos también han constatado situaciones como esas pero que no me las cuentan "para que yo no me raye demasiado contigo" y le dije, "yo no me rayo", más bien disfruto plenamente de estas señales y me encanta saber que nos ves y escuchas a todos, y así con mayor seguridad te pido que los ayudes; saber que nos sigues acompañando. Pero no deja de seguir siendo un gran misterio para mí que “Un Precioso Ser Inmaterial” pueda hacer “estas magias” tan sorprendentes; mover objetos, cambiarlos de lugar. Y me pregunto, ¿porqué no suceden estos fenómenos tan impresionantes a la vista de la persona a quién van dirigidos? Y "tu"  hijo me contestó “porque si lo hicieran a tu vista lo más seguro sería que te daría un infarto por la impresión”. Si así fuera, correría el riesgo para contarlo a los cuatro vientos, que lo vi con mis propios ojos, pero lo más seguro sería que nadie me lo creería. En igual forma quedaría más que feliz saber que no fue una visión, como no han sido visión ni sugestión ninguna de todas las sorprendentes señales que me has regalado que ya suman más de veinte; ahora suman casi treinta, y todas con tan distintos elementos y en diferentes lugares en la casa y patio.

29 de OCTUBRE. 2011.- En estos últimos días me has regalado muchísima felicitad con tu presencia a mi lado y ha sido muy emocionante ver que sin que hayan pasado demasiados días desde tus señales después de las fiestas dieciocheras me hayas demostrado tu presencia otra vez en las jaulas de los pajaritos, y esta vez fue en la jaula de la tórtola. Pues, mientras limpiaba la bandeja de la comida para hacer lo mismo a continuación con la bandeja donde tiene piedrecilla, al ir a guardar la primera me encontré con la segunda absolutamente volcada habiéndola tenido recién a la vista en su correcta posición. Y esta rapidez me hace recordar cuando en igual cantidad de segundos encontré bajo la mesa del patio la bandeja del zorzal, la que recién había depositado sobre la mesa con el mismo contenido de agua que la recogí.
Pero no tan sólo de esa forma he recibido tu maravillosa y anhelada compañía, pues he vuelto a soñar muy seguido contigo y en un sueño de hace unos tres días nos preparábamos para llevar al colegio a los niños cuando desde el baño comenzó a sonar muy rítmicamente un tema de Los 4 Cuartos, el de los chinos del norte, y sin siquiera proponernos para hacerlo nos abrazamos y comenzamos a bailar, y con la cara llena de risa por la locura que hacíamos, pero cuando pasaban los segundos y nos atrasábamos para salir nos soltamos, y al instante te dí una palmada y no palmadita en el traste, como dándote las gracias por acompañarme en esa locura. Fueron segundos más que maravillosos que jamás olvidaré. Como tampoco jamás olvidaré el sueño de hoy en el que estando yo en nuestro dormitorio hablando por teléfono con tu prima Rosemarie “te apareciste” entrando a la pieza a dejar unas ropas sobre la cama para enseguida retirarte. En ese instante entró nuestro hijo a la pieza y le conté que “te había visto” entrar y salir y me dijo que debí haber estado soñando. Sobre lo mismo entras nuevamente al dormitorio, no sintiendo nada extraño que lo hicieras porque ahora no veo “que vengas de otra parte”; pues estabas en casa, e inmediatamente nos trenzamos en un jugueteo inolvidable.
Cómo me ha llenado el alma de alegría todo esto, pues hemos estado bailando y jugueteando,   y qué lindo es ver tu rostro lleno de felicidad.
Después de todas estas maravillosas situaciones pensé por un instante si no será que deseas decirme algo, entregarme algún mensaje, pero inmediatamente recapacité porque he sabido que cuando se trata de hermosas y gratas situaciones como estas en que te acercas a mi es tan sólo para demostrar cariño, compañía, y de ser así aprovecha de recibir, así tan de cerca, lo mismo de mi parte. Pero cuando debes alejarte por un tiempo, como ya lo has hecho, recuerda que a través de esas Divinas compañías que conforman tu Altar, de la velita que enciendo para ti, y a través de nuestra palomita cuculí, estoy enviándote en todo instante mis caricias, mis besos, mis oraciones, y, en forma muy especial, muchas veces al día la oración que con muchísimo amor hice para ti, donde le pido Dios que te dé siempre todo tipo de bendiciones, y que se cumpla mi ferviente deseo de volver a juntarnos para nunca más separarnos. ¡Qué regalo más sublime seguir disfrutando de tu presencia a mi lado, aunque sea de estas formas! Por eso, para agradecerte, siempre, en todo instante, recibe muchísimos más besos y caricias, como los de este último sueño, con mucha alegría; con todo el amor que bien sabes siento y seguiré sintiendo por ti.

1° de ENERO 2012.-Los días previos a las fiestas de fin de año pude percibir, como nunca, muchas situaciones muy impresionantes que me han hecho pensar, y se lo conté a nuestro amigo psicólogo, que es indiscutiblemente tu cariñosa y misteriosa presencia, situaciones que se han marcado en fechas importantes, y he vuelto a pensar que no será que estas manifestaciones vienen acompañadas con nostalgia, con pena por no poder estar realmente con nosotros, y me dijo que su madre le hizo ver después que partió que la pena, el sufrimiento no existe en ese estado, y que aunque estén en otro plano, ya alejado, pueden volver a su entorno, donde quedó marcada su presencia, su Energía, y manifestarse, hacerse presente con este tipo de señales. Y, bueno, tu también me lo hiciste saber durante una “canalización” diciéndome “aquí no existe la pena Arturo”, por lo que con estas experiencias  dejo de sentir la angustia que más de alguna vez me ha invadido, de lo que pudieras sentir al no poder volver a estar con nosotros físicamente.
Las más impresionantes manifestaciones que señalo son por ejemplo, y por tercera vez en el auto, encontrar intervenido y fijo el contacto de la luz interior, cuya tecla estoy absolutamente seguro no haber tocado, ni siquiera accidentalmente, pues no está a la mano para nada. Haber estado parado a un metro de distancia frente al ventilador y verlo empezar a funcionar sin intervención ninguna. La minuciosa revisión me permitió darme cuenta que nada había fallado como para que esto pasara. También, al abrir la cerradura de la reja del antejardín no pude abrir la puerta porque tenía puesto el candado por el interior, y al meter la mano para retirarlo ya no estaba en el lugar que recién lo había visto instalado, y estaba, misteriosamente, colgando a un costado de la protección; esto en fracción de segundos.
Muy impactante fue también que, después de haber dormido toda la noche, al despertarme en la mañana tenía muy aferrada a mi mano derecha y apretando contra mi pecho una de tus fotos tamaño mediano que mantengo sobre el televisor. Esto me hizo recordar inmediatamente lo de tu bolsito con tus prendas que apareció en nuestra cama con una de ellas fuera de él y pegada a mi barbilla, hecho que se repitió en igual forma tres días después.
La sensación que siento realmente con todo esto me atrevo a decir que es como de felicidad, y, aunque sé muy bien cual es tu estado físico, lo que ya no me aterra, ya no puedo volver a dudar de tu existencia como lo que ahora eres, un Alma Inmortal, que eres como un Precioso Ángel, lo que jamás habría podido aceptar como que pudiera ser una realidad si no hubiera sido por estas increíbles manifestaciones, y no me cabe duda que son para seguir entregándome tu compañía, tu amor, como cuando me lo hiciste ver a través de una, para mi, misteriosa “canalización”;  "Arturo te Amo”, frase que jamás olvidaré.
No obstante lo dicho, nada de esto, por muy maravilloso que sea me hace aceptar absolutamente tu partida, aceptar tu ausencia física; te hecho muchísimo de menos, y creo que estos sentimientos no cambiarán fácilmente en mi, por lo que mi gran consuelo seguirá siendo también el reencuentro físico que vengo diciendo desde el comienzo de tu partida. Así me aseguro de que no volveremos a separarnos jamás; aunque sea sumergidos en ese sueño eterno en el que no sentiremos nada, pero no importa, me basta y reconforta saber desde ya que en ese estado también estaremos juntos para siempre. “Y así, cubriendo tu cuerpo como con un manto con lo que fue mi cuerpo seguiré protegiéndote en el tiempo infinito.”
Mientas tanto seguiré recibiendo con asombro gratificante tus impresionantes y graciosas manifestaciones, de las que por su contenido no se me pasaría por la mente que pudieran venir de otro ser ya que los elementos y situaciones tan especiales con las que te manifiestas son cosas solamente nuestras.
Y pensando que hasta aquí escribiría en este día, pues, no fue así. No me imaginé que me encontraría con otra sorprendente “magia”, y es que habiendo dejado dos platos de la cocina encendidos para una olla y una tetera , debí ir a atender el negocio y cuando me devolví a ver en qué estado se encontraban, me quedé “marcando ocupado” al ver que los dos platos estaban apagados y los recipientes estaban a medio entibiar. Pregunté porqué los habían apagado y nadie lo había hecho.
No me puedo imaginar qué me sucederá cuando algún día ya no vea más estas manifestaciones, pues hasta ahora han sido el mejor alimento que he recibido para calmar mi pena y enriquecer mi espíritu al ver que “sigues viva” mi niña hermosa.

18.FEBRERO.2012.-Ayer me volví a cuestionar y te hice ver que si tendrías alguna otra forma de hacerme ver que estás en absoluta paz, y como tendría que ser con tus palabras no había otra forma que esto fuera sino que a través de un sueño absolutamente creíble,  y esta mañana me he quedado totalmente sorprendido y con una muy buena cuota de felicidad al soñar que sentí que alguien se acomodaba a mis espaldas moviendo la cama y eres tu quién me abraza y a la vez diciéndome con voz cálida y muy suave “soy yo, te vengo a acompañar”. Fue una sorpresa extremadamente hermosa. Te dije que cómo lo podías hacer y me contestaste que no había problema, “que estabas bien”. Crucé mi brazo derecho hacia atrás de ti y tomé tu nalga derecha, que la sentí muy bien, para constatar que todo era real y te apreté contra mi cuerpo de esa forma, como lo hacía habitualmente. Te señalé que nadie me creería si le contaba esto, pero me dijiste que lo que importaba era que me estabas acompañando. Este es otro sueño tan hermoso como otros anteriores, imposible que puedan pasar al olvido. En este mes he soñado prácticamente casi todos los días contigo, algunos con lindas sorpresas, pero este último ha sido totalmente fuera de serie, más que hermoso, y espero que haya sido la respuesta a mi inquietud por tu absoluta paz y tranquilidad. Que sea como lo asegura el Dr. B. Weiss producto de sus investigaciones; bajan las veces que creen que sea necesaria su presencia entre nosotros manifestándose de diferentes formas.
ABRIL.2012.- A finales de Marzo viajé a Villarrica por nueve días a visitar a nuestra hija patiperra que no tiene ninguna intención de salirse de ese entorno sepa Dios hasta cuando, y tu ya sabes lo maravilloso de ese lugar, incluso en sus alrededores, ya que estuvimos más de una vez por allá. Pero esta vez me tocó “ir a romper murallas” como lo he hecho también en otros lugares que visitábamos en familia o los dos solitos. Digo “a romper murallas” porque por Dios qué emocionante resulta volver a esos lugares en los que anduvimos disfrutando de la vida y no llevarte de la mano a mi lado nuevamente. Y esta vez fue más que emocionante volver al mismísimo lugar en el que estuvimos en carpa a orillas del mismo lago hace “tan sólo 41 años” durante nuestra luna de miel, y aquí están las fotos de recuerdo las que nos tomamos también junto a nuestra citrola cacharrienta del año 1957, casi con 15 años de uso, a la que al llover le entraba el agua por el toma de aire movible que llevaba bajo el parabrisas y tu tenías que ir atajándola con dos conchas de loco que teníamos de cenicero para que no se nos mojaran las ropas y las patitas. Te veo corriendo las conchas para todos lados tratando de recoger toda al agua que se nos metía mientras no paraba de llover, “y viajando a todo chancho, a 60 K/h en bajada” porque no daba para más el pobre tarro. Pero anduvimos casi 3.000 kilómetros ida y vuelta a Santiago por que nos fuimos y vinimos viajando de cordillera a mar, y sin ninguna “pana”, salvo la rotura de una cañería del líquido de frenos y debimos irnos desde Villarrica a Loncoche con puro freno de mano que apenas funcionaba. ¿Te das cuenta cómo no van a ser hermosos estos recuerdos? Por eso es que me resultó demasiado emocionante estar parado en el mismo lugar en el que acampamos en ese entonces y sentí que la mente se me enrarecía con tanto recuerdo tan hermoso. Recé ahí mismo tus oraciones y la que yo te hice también, y te hablé, como me dijo nuestro hijo que lo hiciera, con el convencimiento absoluto que estabas a mi lado, sólo que no te pude tomar de la mano como era nuestra costumbre. Pero, para compensar esa falta, la primera noche que dormí allá tuve nada menos que cinco sueños contigo, todos en tan distintas escenas, y dos de ellos en los que nos regalamos una vez más nuestro infinito amor. ¿Entonces, con qué razón buscar otra compañía si seguimos así de conectados siempre? ¿Recuerdas que cuando pololeábamos y yo iba sin ti a la playa me preguntabas si había pinchado con alguna niña; y al despedirnos o en las cartas me decías “pórtate bien”? Así y todo nunca fuiste celosa; es más, más de una vez festejaste en las conversaciones con nuestros hijos contando cuando una de tus primas “te decía cosas de mi”, incluso otra se molestaba contigo por que andábamos pololeando y tu lo tomabas a la risa. Tu misma lo recordaste varias veces diciendo que la primera lloraba hablándote de mi.
También demostraste tu "generosidad” cuando grabaste para mi a la Maripepa mostrando su traste en televisión. Muchas veces te dije que grabaras encima de eso y nunca lo hiciste. ¿Entonces, cómo no haberte seguido siendo absolutamente fiel como te habrás dado cuenta? A pesar de que en uno de “tus mensajes a través de una canalización” me dijiste “No botes tu amor por mi” ¿Qué me quisiste decir?
Y bueno, lo de mis sueños contigo en Villarrica en total fueron 11 tan sólo en ocho noches que dormí por allá. Y hasta ahora sigo batiendo récords porque he tenidos otros tantos sueños muy hermosos y algunos los sigo anotando en el otro cuaderno, el de intimidades, que ya suman 70 de un total de 500 sueños que he tenido contigo,  “el que como ya te dije anteriormente lo llevaré para nuestro reencuentro "para que recuerdes" todas las veces que me hiciste ese tipo de regalos a través de mis sueños”. ¡Ves que no nos hemos separado para nada! Yo creo firmemente que estos contactos nunca dejarán de existir mientras te sienta siempre a mi lado. Así sea mi niña Ángel. ¿Estará permitido que un Ángel tenga estos encuentros? ¿Será que somos realmente Almas Gemelas como me lo han dicho?  Con todas estas experiencias creo que así es.
Y creo que si es con todo el amor más puro que nos hemos brindado siempre estos contactos  son un regalo de Dios.






///////////////////////////////////////////¿EPÍLOGO O PLEGARIA?///////////////////////////////////////////////////////

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Nunca nos juramos Amor Eterno y este fue el resultado !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Yo sé que te das cuenta de lo infinitamente agradecido que estoy por la inmensa ayuda que me has entregado.  Por mi ignorancia,  en un comienzo pensé que te había perdido para siempre después de tu partida. Me costaba mucho creer que tu vida continuara de alguna otra forma, pero, después de repetirse los hechos, felizmente he llegado a la conclusión de que a través de tus increíbles y hermosos mensajes y manifestaciones, como también a través de tantos y hermosísimos sueños me demuestras que sigues existiendo, imaginándome que eres como un precioso Ángel, pero que sigues siendo tu misma vestida ahora tal como te vi en un hermosísimo sueño con una túnica blanca, mangas largas y anchas volando en círculo sobre mi cabeza; que sigues manteniendo toda tu hermosura, tus virtudes, tus habilidades y cualidades y que nos sigues acompañando; que me sigues amando. Antes de estos increíbles e impresionantes contactos me costaba creer que a continuación de la muerte pudiera existir realmente algo tan maravilloso y esto último lo entendía más bien como poco creíbles mensajes religiosos. Pero aunque fuera ese mi pensamiento igual seguí rezando para ti como lo venía haciendo muchos años antes de tu partida rogando por tu salud, y en uno de esos momentos de tanta angustia, de tanto dolor, pensé que tal vez no bastaba solamente rezar y seguir pidiéndole a Dios que te diera todas esas bendiciones, y sin saber si las recibías, y tal como me lo dijo nuestro hijo una vez, “háblale”, un día mientras paseaba a tu perrito frente a la casa, en un acto de mucha tristeza, mirando hacia arriba y con un dejo de esperanza por si estabas por ahí te pedí, “hablándote con el corazón”, cómo podrías darme alguna señal si tu vida continuaba, si recibías mis oraciones, mis mensajes y mis agradecimientos por haberme regalado tu maravillosa compañía toda una vida, y en forma absolutamente impresionante pero muy poco creíble en un comienzo tus respuestas no tardaron en llegar y a los pocos días apareció sorpresivamente tu polera verde sobre nuestra cama, y en los días siguientes cayó desde el velador  mi reloj despertador  mientras yo veía la tele.  A los pocos días, al mediodía apareció misteriosamente  encendida  una de las ampolletas del lavadero, la que no se usa ni siquiera de noche.  Además  que para mi cumpleaños “se sintió tu presencia entre nosotros" mientras me saludaban nuestros hijos, y el mayor me dijo "está la mamá entre nosotros; también te viene a saludar". Muy confundido no hice más que rezar para ti.  Inolvidables son también tus dos “primeros mensajes a través de una canalización"  durante ese mismo periodo diciéndome  "Arturo Te Amo”;  “No botes tu amor por mi”. Dificulto que alguna vez sepa qué me quisiste decir con eso.
¡Cómo cambiaste mi percepción de lo que era mi creencia con respecto a lo que se habla “de la otra vida”, algo que yo sólo veía como una fantasía, una prédica religiosa, y con tus impresionantes respuestas encontré nuevamente refugio en ti, llegando a pensar, y espero no equivocarme, que te has mezclado con lo Divino,  y de ser así, por tus virtudes deberías estar disfrutando de una vida eterna, ya liberada de todo tipo de sufrimientos, y disfrutando de ciertos poderes de los que jamás te habrías imaginado llegarías a tener, y que te han permitido haber mantenido estos increíbles contactos con nosotros.
La palabra Divino yo la entendía como la máxima expresión religiosa. Ahora sé que esa palabra pertenece a Dios.
Pero, además del refugio espiritual que siento que me brindas, también yo necesitaba por ahora un refugio terrenal, porque como sabes esa ha sido casi mi formación, y lo encontré en este escrito, y he sabido que fue con tu ayuda. Pero por considerarlo además como un mensaje de amor y de esperanza no pude encerrarme dejando sólo para mí estos pensamientos y emociones; necesitaba comentárselo a alguien más y aparte de querer hacerlo con nuestros hijos lo he hecho con familiares, amigos y conocidos, y darlo a conocer a estos últimos ha sido realmente mi otro tubo de escape, aparte de sentir la satisfacción de que muchos dolidos por la ausencia de un ser querido me han expresado su credulidad por lo que escribo y se han apoyado en lo medular de “nuestro escrito, que la vida continua”, para calmar la pena como me lo han señalado muy agradecidos ellos mismos o sus familiares.
En todo caso mi dicha, también, es saber que estos refugios que son tu gran ayuda son temporales porque el que me espera cuando llegue a tu lado es el definitivo y debo tener paciencia y sabiduría como la que tú tuviste para lograr ese privilegio. En situaciones extremas no todos tienen la fortuna de llegar juntos a la misma meta como nos sucedió a nosotros con tu tan prematura partida. Pero uno de los dos debía permanecer acá para terminar algunas tareas importantes y acompañar a nuestros hijos, nieto y a quienes me rodean. ¡Cuán hermoso habría sido habernos ido juntitos “tomados de la mano”! ¿Habría sido como el final feliz de una película? En todo caso una de las ventajas que yo me quedara por más tiempo era que tuviera la suerte de alcanzar a habilitar  ese pequeño espacio exclusivo para nosotros dos en el que volvamos a juntarnos como uno solo para toda la eternidad, y para mi felicidad a casi cuatro años desde tu partida lo logré al momento de trasladar tu cuerpo a nuestra amplia y hermosa última morada que está ubicada en un lugar privilegiado {como lo has podido observar}, con un extensísimo prado y jardines inmediatamente a tu lado. Y para acrecentar ese ambiente de mucha paz, como has visto bajan desde el cielo hermosas aves que tradicionalmente habitan en los campos a entregarnos su compañía, tales como codornices, lloicas, mirlos, tórtolas, queltehues y zorzales, incluso le sobrevuelan loros y gaviotas, y todo en su conjunto es una bendición de Dios.
Como también es una bendición de Dios que no pude ser más afortunado al haber encontrado un lugar tan hermoso para el descanso eterno, donde disfruto plenamente entregándote también mi compañía cada fin de semana, haciendo cuenta que sólo estás dormida a mi lado, y esto último me imagino a como tantas veces nos ocurrió en la intimidad de nuestro dormitorio mientras descansabas, pero ahora con la certeza que tal vez en un tiempo ya no muy lejano nos volveremos a juntar, "volveré a abrazarte", y que ese abrazo sea el más largo de nuestra feliz unión, que sea para toda la eternidad.

Si no hubiera logrado cumplir ese ferviente deseo no me habría quedado en absoluta paz, y por que no decirlo siento mucha felicidad haberlo logrado. Y para mi mayor felicidad tuve la dicha de depositar sobre tu pecho en esa oportunidad tu bata de levantar y además las imagines de todos tus santitos que te acompañan en tu Altar en nuestro dormitorio, los que nos acompañarán en nuestro exclusivo espacio eternamente.
Ahora sí que tengo la certeza “que nos podremos juntar en una sola cajita”, y para toda la eternidad.
Desde que nuestras hijas me entregaran ese bolsito que contiene esa lencería que te regalé en aquellos años de pololeo y que habías guardado en la cómoda como recuerdo de algo muy íntimo y hermoso junto a tus guantes de boda más otros elementos muy personales; todo un símbolo de amor, y después apareciera misteriosamente tu polera verde sobre nuestra cama, “la primera señal que me dieras desde donde estás”, no intentaba dormirme sin antes tomar esas piezas; tocarlas como que fueras tu misma, olerlas y acariciarlas. Así me despedía de ti cada noche. Era como tenerte conmigo porque en ellas de alguna forma estás tú, pues en ellas está tu Energía. Es más, cuando viajé por unos días un par de veces debí llevármelas para seguir teniéndolas siempre conmigo.
Ahora, desde que instalé un hermosísimo y pequeño Altar para ti en tu rinconcito del dormitorio donde están todas tus cosas personales no había vuelto a hacer eso con tus prendas y esporádicamente las he tomado y las he vuelto a acariciar. Pero ahí estarán siempre guardadas en la cómoda hasta que llegue <ese día>,el día de mi partida, y sea en esa instancia, cuando llegue a tu lado, que volverán a tus manos nuevamente. “Seré yo mismo quién te las llevará.” Tarea para nuestros hijos, pues esas piezas volverán a tu lado junto con mis cenizas las que quedarán cubriendo tu cuerpo eternamente. Mientras tanto disfruto plenamente tenerlas conmigo por lo que significaron para ti, y al verlas a diario, al abrir mi cajón para retirar mis ropas me hace mantener vivo el recuerdo del regalo más íntimo y hermoso apreciado por ti que te hice durante nuestro pololeo, por lo que deben seguir en tu poder para siempre como ya lo hiciste durante 43 años y, para mi disfrute, seguirán definitivamente “en nuestro poder” desde ese entonces.
Ahora, para despedirme de ti cada noche lo hago mirándote hacia tu Altar y pidiéndole a Dios que te de muchas bendiciones; todas las bendiciones que le pido en esa oración que hice para ti.
Me reconforta enormemente mirarte en tu Altar y verte tan bien acompañada con tus santitos preferidos, con “la” Teresita de los Andes, con tu Virgencita, que después del terremoto casi se desintegró, pero con muchísimo amor logré restaurarla, y un crucifijo, regalo de nuestro hijo, en quienes buscaste refugio por tus enfermedades, y para que veas ¡qué generosidad! te seguirán acompañando para siempre. …….. Mejor dicho “Nos seguirán acompañando para siempre.” Con mayor razón ahora que los tienes a todos cubriendo tu pecho.
No tengo la más mínima duda que <ese día>, cuando sea mi turno, me tendrás un rinconcito nuevamente a tu lado, y aunque sea “que nos acomodemos” como lo hicimos tantos años atrás sólo en una de las literas del hotel en Puerto Chacabuco, cada uno sobre un larguero, ya que no quisimos usar la litera de al lado para no separarnos. Y “en esa oportunidad”, a mi partida, mi más ferviente deseo “es que nuevamente volvamos a usar una sola litera” para nunca más separarnos.
Mientras eso no suceda seguirás recibiendo mis caricias y oraciones a través de esas Divinas compañías que conforman tu Altar y a través de la velita mensajera que enciendo para ti. Las florcitas son para adornar tu bellísimo Altar.
¿Y recuerdas, chacotera, cuando nos sorprendías con un acierto y preguntabas inmediatamente “cómo te quedó el ojo”? Bueno, ese mismo dicho ahora te lo digo a ti por la sorpresa con que habrás recibido todo lo que te digo a través de todas estas páginas que vengo escribiendo desde tu partida, y muy en especial porque ahora te has dado cuenta que estás presente además en un merecidísimo Altar desde donde siento profundamente tu maravillosa compañía y tu cariño también en la intimidad de nuestro dormitorio.

                            ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Ves que no fue necesario que nos juráramos Amor Eterno !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Mi querida Mimy; me comprometí a seguir rezando para siempre esta oración que hice especialmente para ti, habiendo sido estos mis primeros pensamientos al momento mismo de tu partida, frases que quedaron estampadas  al comienzo de este Texto, las que no puedo dejar de enviarte también al término de este mismo:
“Que Dios te dé la bendición eterna,
que bendiga tu pureza y tu grandeza,
tu dulzura y tu ternura,
que bendiga tu hermosura, tu energía y tu sabiduría,
que bendiga tu cuerpo, tu espíritu y tu alma alegre y cariñosa,
eternamente lo sea.
Nuestro Dios se recrea al ver en ti tanta belleza.
Mi niña bonita, paciente y generosa
dueña de mi alma de mi vida y de mi corazón
te seguiré amando con pasión
y que sigamos unidos eternamente
con la ayuda del Señor”.


                                                                                                        - o-




Con fecha primero de septiembre del año 2010, un año y medio después de su partida,  le propuse a mi queridísima Mimy a través de este Texto lo siguiente:

"¿Qué te parece que cuando cumplamos 50 años juntos el 3 de marzo del año 2013 en forma simbólica confirmemos nuestra unión eterna, nuestro amor eterno y casarnos nuevamente como lo hicieron tus padres en sus Bodas de Oro?
Te propongo que si no es conmigo todavía aquí en la tierra lo hagamos donde sea que ya estemos juntos, en el lugar y en el estado en que nos encontremos, y ponemos de testigos a Dios, a la Virgen y a todos tus santitos, en quienes depositaste toda tu fe para que te dieran fuerzas y te acompañaran en esta vida y en la que ahora estás. ¿Buena idea?
Tuvimos la dicha  que nuestros hijos nos dieran la tremenda sorpresa celebrándonos los 25 años de matrimonio en familia. Ahora lo hacemos los dos solitos, "p'a callado", sin que nadie más se entere en ese instante que nuestros Divinos testigos."

El día 3 de marzo de este año 2013 se cumplieron los 50 años desde que iniciáramos esta tan linda y duradera relación, y junto a Ella, en su lugar de descanso, invoqué al Todopoderoso y a todos sus santitos para que nos acompañaran en tan deseado momento y nos permitieran además unirnos en cuerpo y alma cuando Dios disponga mi partida.
Marzo/2013

5 comentarios:

  1. Hola, Arturo

    Aquí estoy y tengo la suerte de dejar el primer comentario.

    Te deseo todo el éxito del mundo en esta aventura maravillosa que acabas de emprender.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Arturo

    Estás haciendo mucho bien. Me alegro por ti, por ellos, por todos nosotros.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  3. Considero que son personas muy priviligeadas quienes llegan a vivir un amor así de hermoso, es una bendición, para cualquier ser humano experimentar tan sólo un segundo de este amor. mucho más si se vive toda una vida.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Me encanto, me alegro de haber tenido el privilegio de leerlo, y la verdad que es impresionante que un ser querido pueda simplemente comunicarse de tales formas. Creo que el reencuentro sera mil veces mejor y que nadie nunca los separe :) me alegro que las personas puedas ser tan felices como ustedes lo siguen siendo. Espero que muchas mas personas los puedan experimentar ya que la verdad es muy doloroso cuando se pierde a familiares y cuesta asimilar que se van para siempre.

    ResponderEliminar